La precaria situación de suministro de agua potable en algunos barrios y regiones de Nicaragua, como el denominado corredor seco, aumenta la vulnerabilidad de los ciudadanos ante la amenaza del COVID -19, pues una de las recomendaciones fundamentales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es lavarse las manos constantemente.
La expresidenta ejecutiva de la Empresa Nicaragüense de Acueductos y Alcantarillados, Ruth Herrera, explicó que el acceso irregular al agua potable profundiza la vulnerabilidad de las familias ante la pandemia del nuevo coronavirus.
“En el caso de Nicaragua siempre ha habido un déficit en el suministro de agua, tanto a nivel urbano como a nivel rural. Nicaragua efectivamente resulta más vulnerable que otros países que tienen mejor abastecimiento de agua porque ya tenemos un déficit mayor que se nota por todos los reclamos de la gente en los medios y que se nota por toda la perdida de fuentes de agua”, dijo Herrera a la Voz de América.
Durante la gestión de Herrera, entre 2007 y 2010, al menos el 30 por ciento de los barrios y zonas aledañas a Managua tenían dificultad de acceso al líquido. No obstante, la exfuncionaria señaló que en los últimos años este problema se ha profundizado, porque tiene conocimiento de zonas que antes no tenían obstáculo de acceso al agua y ahora sí.
Por su parte, la exministra de salud Lea Patricia Guido resaltó la importancia de la higiene dentro de las medidas indispensables que cada persona debe tener para evitar contagiarse de este virus, pero además la responsabilidad del gobierno de garantizar a los ciudadanos el acceso al agua potable.
La falta de agua, “aumenta poblaciones en riesgo, porque no tienen acceso a la higiene básica que debe tener la población, lo importante en esto es que no entremos en pánico. Las autoridades tienen que asumir su responsabilidad”, dijo Guido.
Un reciente informe del Sistema de Integración Centroamericana, sobre los protocolos sanitarios activados en los ocho países que integran la organización, destaca a Nicaragua como uno de los dos países más negligentes en materia de prevención de la pandemia.
Expertos suman a la falta de medidas, la realidad con la que viven los nicaragüenses en barrios y zonas rurales como la falta de agua potable, la pobreza y las pocas medidas sanitarias.
De acuerdo con el reglamento internacional, Nicaragua no ha implementado la suspensión de clases en colegios y universidades; tampoco ha decretado una cuarentena para nacionales y extranjeros; igualmente no ha restringido actividades públicas y aglomeraciones de personas.
Sin embargo, este lunes la vicepresidenta Rosario Murillo informó a medios locales que el gobierno realizó una solicitud a Cuba para coordinar la llegada de una brigada de especialistas que manejan todo lo relacionado con los protocolos para el coronavirus, tratamientos y lo correspondiente a los 22 medicamentos que ellos han aplicado con éxito en distintos países.
"Esta brigada llegó ayer a la República Bolivariana de Venezuela y estará llegando aquí a Nicaragua con la información precisa sobre todos los tratamientos que han sido exitosos, sobre todo decíamos en China, donde contribuyeron al freno de esta epidemia o pandemia que tiene el mundo", comentó.