Cientos de miles de inmigrantes celebran la nueva medida migratoria anunciada por el presidente Joe Biden, que facilita ajustar el estatus migratorio a los cónyuges de estadounidenses que llevan por lo menos 10 años viviendo en Estados Unidos sin documentos migratorios. A la estadounidense Belén Romero le alegró este anuncio porque ella inició hace cinco años el proceso para legalizar a su esposo, un migrante mexicano que vive en Estados Unidos hace 25 años como indocumentado. Ellos cumplirían con los requisitos de la orden.
Belén Romero, estadounidense beneficiaria de la nueva medida
“Es una gran noticia porque después de tantos años por fin estamos viendo una solución, se siente un alivio que no tenga que salir del país porque todos sabemos que al momento de salir del país es un gran riesgo”.
Esta acción también facilita el proceso de visas de trabajo para los graduados de instituciones universitarias estadounidenses, incluidos los beneficiarios de DACA que hayan obtenido un título y recibido una oferta de empleo de una empresa en Estados Unidos en un campo relacionado con su título. Según organizaciones proinmigrantes, un 13% de los beneficiarios de DACA podrían beneficiarse.
Isaías Guerrero, activista migratorio y beneficiario de DACA
“Lo que haría el cambio de la administración es que le agilizaría el proceso al inmigrante con DACA para que pueda aplicar a esa non-inmigrant visa dentro del país, de todas maneras, tendría que salir del país pero eventualmente se va agilizar el proceso”.
Para miles de migrantes esta acción de Biden es un alivio, pero los republicanos la ven como una jugada política en medio de la campaña electoral y una usurpación de poder.
Jaime Florez, vocero Partido Republicano
“Un claro ejemplo de oportunismo político, de utilizar el sentimiento, lo más profundo del sentimiento de las personas para tratar de sacarle provecho con fines específicamente electorales. Además, sería un caso de usurpación por parte del ejecutivo de funciones que son propias del poder legislativo”.
El presidente Biden ha dicho que después de esperar tres años por una acción del Congreso para asegurar la frontera y soluciones para el fallido sistema migratorio, tuvo que tomar medidas como restringir el acceso al asilo en la frontera y ofrecer un camino a la legalización para miles de indocumentados.
Mientras tanto, cientos de migrantes siguen llegando a la frontera en busca de entrar a Estados Unidos, mientras las autoridades fronterizas regresan un promedio de 500 personas diarias, tan solo por este lado de la frontera en cumplimiento de la orden ejecutiva del presidente Biden. Paula Díaz, Voz de América, Tucson