En medio del escándalo de los supuestos vínculos del hijo mayor del presidente Donald Trump con Rusia durante la campaña presidencial, el nominado para dirigir el FBI, Christopher Wray dijo que la designación de un abogado especial para investigar las relaciones Rusia-EE.UU. no representa una "cacería de brujas".
De esta manera, Wray mostró que está en desacuerdo con lo que ha venido diciendo el presidente Trump sobre la investigación. Trump incluso se ha burlado diciendo que la designación de Robert Mueller, ex director del FBI como el abogado especial para supervisar la investigación EE.UU.-Rusia es un "engaño" y una "caza de brujas".
Asimismo Wray expresó que nadie debe confundir su actitud discreta como una falta de resolución, como una especie de disposición a comprometerse por principio, porque cualquiera que lo hace “estaría cometiendo un grave error”.
“Ahora, mi compromiso es con el Estado de Derecho, con la Constitución, con los hechos dondequiera que puedan conducir, y no hay una persona en este planeta cuyo cabildeo o influencia pueda convencerme de dejar o abandonar una Investigación meritoria”, afirmó el nominado.
Al mismo tiempo, Wray declaró el miércoles que no dejará que la política se interponga en la misión del buró, diciendo que su trabajo será impulsado sólo por "los hechos, la ley y la búsqueda imparcial de la justicia".
Christopher Wray, ex funcionario del Departamento de Justicia seleccionado para el cargo el mes pasado después del despido de James Comey por parte de Trump, compareció ante la Comisión Judicial del Senado en una audiencia centrada en parte en el tumulto político en torno a su nominación.
Después de que Trump despidiera a Comey el nueve de mayo, el exdirector del FBI dijo que el presidente le había pedido que prometiera su lealtad durante una cena en la Casa Blanca meses antes.
Wray, de 50 años, heredaría la principal agencia policial de la nación en un momento especialmente difícil debido al abrupto despido de Comey y la investigación del FBI durante todo el año sobre si los asociados de Trump se coordinaron con Rusia durante la campaña presidencial.
La extensa carrera legal de Wray incluyó un trabajo como funcionario superior del Departamento de Justicia en la administración de Bush y trabajó en una firma de abogados internacional con varias corporaciones importantes y bancos como clientes.