Finalmente con 18 votos a favor y seis en contra la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos, (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó la venta de “flibanserin”, conocido como el viagra femenino con la condición que el fabricante asegure que las usuarias estén informadas de todos los efectos secundarios.
Flibanserin ha sido publicitado como el antídoto para el Desorden de Hipoactividad del Deseo Sexual. Personas que padecen esta condición dicen que desean intimidad física, pero han perdido su deseo sexual debido a una actividad química en el cerebro.
Entre los efectos secundarios del Flibanserin se encuentran la somnolencia, náusea, desmayos y disminución de la presión arterial.
Mientras al menos seis tratamiento para la disfuncionalidad sexual de los hombres han sido desarrollados y aprobados desde que el viagra se hizo público en 1998, compañías farmacéuticas han experimentado en vano para encontrar un remedio rápido y similar para las mujeres.
Parte del problema es biológico porque mientras la disfunción eréctil es principalmente un asunto mecánico del fluido sanguíneo, la falta de deseo en las mujeres responde a una interacción entre las hormonas, la conformación química en el cerebro y la cultura.
Flibanserin tuvo grandes avances dentro de la FDA, en comparación con cualquier otra propuesta, pero fue rechazada dos veces, por lo que se le acusó a la FDA de discriminación sexual.
Médicos expertos en salud femenina argumentan que la no aprobación respondía a la ciencia y no tiene relación con una discriminación sexista como proponen los activistas a favor de la aprobación de la droga o "píldora rosada" para la mujer.
Ahora con su aprobación se requiere especificar las contraindicaciones en las etiquetas-- se entrene a los médicos y se continúen haciendo estudios tras la comercialización de la píldora rosada.