La Reserva Federal (FED) de Estados Unidos, concluyó en diciembre de 2010 que la economía del país está mejorando,, pero no tanto como para alterar sus planes de inyectar más dinero al sistema.
La Reserva Federal, el Banco Central estadounidense, decidió en su reunión de mediados de diciembre de 2010, que seguirá concentrada en reducir la tasa de desempleo de casi 10% y evitar que baje demasiado la inflación.
Las minutas del encuentro revelan que los funcionarios sintieron que necesitaban más información económica antes de decidir si ajustar la planificada adquisición de la agencia de $600.000 millones de dólares en bonos del gobierno, para alentar la lenta recuperación económica y mantener bajas las tasas de interés.
En un momento del año 2010, los gobernadores de los bancos centrales que conforman la Reserva Federal, expresaron su preocupación de que la economía estadounidense podría caer en una peligrosa deflación. Sin embargo, las minutas de la reunión sugieren que tal preocupación ha disminuido.