Desde tempranas horas de la mañana, hasta caída la tarde, los amantes de la literatura se dieron cita en el llamado “Mall” o Alameda Nacional para disfrutar de un día cultural en Washington.
Diversos géneros literarios y una gama de autores presentaron sus obras, hablaron de sus experiencias y firmaron ejemplares a cientos de personas que llegaron para comprar o simplemente pasar el día allí.
Cada año, a finales de septiembre, la Biblioteca del Congreso organiza el Festival Nacional del Libro, donde miles de personas llegan para escuchar las lecturas y conocer a sus autores favoritos.
Todos los años, en medio del llamado “Mall”, se levantan gigantescas carpas que dan albergue a géneros literarios como la fantasía, la ficción y la poesía.
Parte del atractivo es un pabellón dedicado a Estados Unidos, donde los representantes de cada estado hablan de las actividades literarias de sus respectivos lugares, y dan a conocer las ferias de libros que se organizan en sus respectivas ciudades.
Isabela Allende fue la estrella
La escritora chilena, Isabel Allende, fue la más aplaudida. Allende habló de sus libros, de su esposo, de sus momentos para escribir y de su público.
Allende, autora de “best-sellers” como “La casa de los espíritus” (1982) o “De amor y de sombra” (1984), explicó en inglés, lo agradecida que está con aquellos que la leen y que le escriben y a los que ella saca tiempo para responder.
Seis filas y cientos de personas no fueron suficientes para agotarla. Con una calma que la caracteriza, Allende firmó libros, se tomó algunas fotografías y compartió palabras con su público.
Nuevas tecnologías
La feria fue además la oportunidad para explorar las nuevas tecnologías que llegan de la mano con la literatura.
Un camión acondicionado con wi-fi sirvió para presentar y explicar a los visitantes como pueden acceder a libros electrónicos que están alojados en las bibliotecas de Washington, Maryland y Virginia.
El sistema, conocido como “Overdrive”, permite a los usuarios y miembros de las bibliotecas públicas, reservar, prestar y leer libros desde su propia computadora, para después bajarlos en un blackberry, iPhone o iPad.
La primera feria de este tipo fue organizada por la entonces primera dama, Laura Bush.