La disminución de la oferta de fertilizantes y los trastornos en la cadena de suministro, consecuencia de la invasión de Rusia a Ucrania, tendrán un impacto negativo en todo el mundo e “importantes repercusiones para la seguridad alimentaria”, advierte la Organización de las Naciones Unidas para Alimentación y la Agricultura (FAO).
Rusia es el principal productor de trigo a nivel mundial y Ucrania el quinto exportador. “En conjunto, proporcionan el 19% del suministro de cebada, el 14% de trigo y el 4% del maíz del mundo y representan más de un tercio de las exportaciones mundiales de cereales”, recordó el viernes Qu Dongyu, director general de la FAO.
“Las probables perturbaciones de las actividades agrícolas de estos dos grandes exportadores de productos alimenticios básicos podrían agravar seriamente la inseguridad alimentaria en todo el mundo, en un momento en el que los precios internacionales de los alimentos y los insumos ya son altos y volátiles”, añadió en un texto publicado en la página del organismo.
En el caso de Venezuela, donde en los últimos 3 años el 80 % de esas importaciones han llegado desde Rusia, es otro factor que perjudica al sector agropecuario, uno de los más golpeados ante la inseguridad jurídica, la ausencia de créditos bancarios e insumos y, en general, las políticas gubernamentales y la crisis que atraviesa el país desde hace años.
Celso Fantinel, presidente de la Confederación de Asociaciones de Productores Agropecuarios de Venezuela (Fedeagro), destaca el “gran esfuerzo” de las asociaciones privadas para garantizar la producción de alimentos.
A su juicio, Rusia detiene las exportaciones de fertilizantes y otras materias primas a consecuencia del “bloqueo naviero” tras las sanciones, pero en caso de que suspenda los envíos de manera indefinida, es “poco” el tiempo para que el sector mantenga cobertura, aproximadamente unos 6 meses.
“Para la fecha, nosotros hemos recibido 3 buques de fertilizantes. Las asociaciones privadas, que cancelamos en octubre y noviembre, eso va a alcanzar para unas 200.000 hectáreas (…) nosotros llegamos a sembrar alrededor de 2.100.000 hectáreas, ahora estamos alrededor de 1.200.000”, dijo Fantinel.
Saúl López, presidente de la Sociedad Venezolana de Ingenieros Agrónomos, agrega que la disminución de la oferta seguirá “empujando al alza de los precios de los fertilizantes a nivel mundial, que ya han alcanzado récords históricos”.
También lea ¿Puede Venezuela sacar provecho de las sanciones energéticas contra Rusia?“Igualmente con la producción de alimentos. El país consume de manera importante el trigo y también maíz amarillo, no logramos cubrir todos los requerimientos”, dice.
López detalla que en escenarios de inestabilidad y de disminución de la oferta que “ya han empujado al alza de los “commodities (materias primas de productos básicos) de manera histórica”, los países harán esfuerzos para mantener sus reservas y “hacer la procura”, con la mayor celeridad posible, para que no haya déficit de esas materias primas.
Pero el ingeniero afirma que en estos momentos, desde el punto de vista financiero económico, Venezuela no tiene capacidad para adquirir y tener las reservas estratégicas para garantizar las materias primas.
En ese sentido, Fantinel expone que recientemente se llevó a cabo un “balance de cereales”, (arroz y maíz) para analizar las condiciones y determinar cuánto se necesita importar.
“Y para ver cómo logramos producir, porque Venezuela no debería estar importando ni arroz, ni maíz, ni azúcar. Nosotros solo deberíamos estar importando trigo, que es de climas templados”, explicó.
“Si yo digo que estamos produciendo el 30%, quiere decir que ese 70% hay que importarlo, porque el venezolano está consumiendo mejor desde hace un año para acá (…) el Gobierno debe poner su mano, debemos hacer un esfuerzo todos, junto al sector privado para producir aquí en Venezuela”, insiste Fantinel al hacer un llamado a consumir productos hechos en Venezuela.
También lea Rusia y Ucrania intercambian ataques con misiles y al menos una persona muere en KievSi bien Venezuela solo debería importar cloruro de potasio, porque, según los expertos, a diferencia de nitrógeno, urea y fósforo no se produce en el país, al no contar con producción que cubra un porcentaje de las necesidades, los sectores privados deben comprar a Rusia fertilizantes de “formula completa” que incluye esos componentes.
Pequiven, corporación del Estado dedicada a la producción y comercialización de productos petroquímicos, se encuentra en reparaciones desde hace 5 años y “no termina de arrancar”, concuerdan integrantes del sector productivo que, además, exponen que, estando a máxima capacidad de siembra, tal vez solo sirva para cubrir “el 30%” de las necesidades.
Al respecto, López considera necesaria la recuperación de Monómeros, empresa petroquímica filial de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en Colombia, que “representaba un 40% de la oferta del mercado nacional”.
La semana pasada, el presidente Nicolás Maduro anunció que llevo a cabo una evaluación de la crisis en Ucrania y los “impactos brutales” en los precios de la energía, petróleo, gas, alimentos, fertilizantes y transporte en el mundo y Venezuela.
“Ya estamos tomando las medidas para seguir nosotros en un proceso de control de la inflación y de estos fenómenos que podrían presentarse producto de la guerra y de la extensión del conflicto”, aseguró Maduro tras una reunión de funcionarios de su gobierno con altos cargos del Gobierno de Joe Biden.
Maduro dijo que se trató del inicio de acercamientos con Estados Unidos y la Casa Blanca lo catalogó como diálogos para abordar temas como la “seguridad energética”.
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