El ejército filipino, la policía y voluntarios están asistiendo a miles de personas atrapadas por inundaciones causadas por el tifón Koppu, al que se atribuyen por lo menos 11 muertes hasta ahora.
Equipados con botes de goma, los trabajadores de rescate se dirigen a áreas del interior de la isla de Luzon, donde residentes locales están atrapados en sus casas, muchos en los techos de sus viviendas, tras dos días de lluvias torrenciales.
La tormenta, que se ha debilitado levemente desde que tocó tierra, aún está causando cortes de energía y derribo de líneas de comunicaciones con fuertes vientos y lluvias que podrían durar hasta el miércoles.
El tifón ha interrumpido los vuelos y servicios de ferry en Luzon, mientras decenas de miles están sin energía.
Meteorólogos locales dicen que Koppu continuará sobre Luzon por varios días debido a un área de alta presión en el norte y otro tifón en el Pacífico noroeste.