Jack Smith, el fiscal especial que acusó al presidente electo Donald Trump de intentar aferrarse ilegalmente al poder después de perder las elecciones de 2020, dijo en un informe final publicado este martes que la evidencia habría sido suficiente para condenar a Trump en un juicio, si su victoria electoral de 2024 no hubiera hecho imposible que el proceso continuará.
En el Informe, Smith escribió:
“La opinión del Departamento de Justicia de que la Constitución prohíbe la acusación y el procesamiento continuos de un presidente es categórica y no depende de la gravedad de los delitos imputados, la solidez de las pruebas del gobierno o los méritos de la acusación”.
Smith reprendió a Trump no solo por sus esfuerzos para revertir los resultados de una elección, que el fiscal definió “libre y justa”, sino también por alentar constantemente "la violencia contra sus oponentes" hasta cuando una turba de partidarios del republicano irrumpió en el Capitolio e hirió a más de 140 policías.
Smith, además, defendió su conducta como "totalmente legal y libre de influencias partidistas”.
"El intenso escrutinio público de nuestra oficina, las amenazas a su seguridad y los incesantes ataques infundados a su carácter e integridad no nos disuadieron de cumplir con nuestros juramentos y obligaciones profesionales..."
Trump reaccionó con enojo a la publicación del informe, calificando a Smith de “trastornado” e insistiendo en que el proceso tuvo una motivación política.
En Truth escribió:
“Jack es un fiscal patético que no logró que su caso fuera juzgado antes de las elecciones, que yo gané por una mayoría aplastante. ¡LOS VOTANTES HAN HABLADO!”)
Después de que Trump ganó las elecciones en noviembre pasado, Smith abandonó los casos debido a una política del Departamento de Justicia que prohíbe el procesamiento de presidentes en funciones.
El informe puso fin a una saga jurídica que vio al presidente electo Donald Trump acusado de crímenes que afectaron el corazón de la democracia estadounidense.