La economía de Venezuela se contraerá un 35 por ciento en 2019, según un informe presentado por Diálogo a Fondo, un blog del FMI, que indicó además, que la actividad económica en América Latina y el Caribe sigue avanzando lentamente.
El organismo también aludió a las trabas que presenta la economía de Nicaragua, en medio de "las persistentes tensiones políticas que están frenando significativamente la actividad económica en ese país".
El estudio "Perspectivas para América Latina y el Caribe: Una recuperación atascada", indica que se espera para la región en el 2019 un crecimiento del PIB real de 0,6% —la tasa más baja desde 2016— y un repunte previsto del 2,3% en 2020.
"En Venezuela, la crisis económica y humanitaria continúa ahondándose. Se proyecta que el PIB real caerá un 35% en 2019, con lo cual la contracción acumulada desde 2013 superaría el 60%", indica el documento.
"Se espera asimismo que la hiperinflación continúe, y que la emigración se intensifique, previéndose para fines de 2019 una cifra total de migrantes venezolanos que rebasaría los 5 millones. Este éxodo está teniendo considerables repercusiones en otros países de la región", agrega el análisis.
En el caso de Nicaragua, el FMI apunta a que "entre los riesgos a la baja que resaltan están un endurecimiento de las condiciones financieras externas y un recrudecimiento de las tensiones comerciales mundiales".
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La perspectiva a la baja en la región sigue a igual tendencia indicada por el organismo financiero para la economía global la pasada semana.
También lea FMI: Panorama económico mundial es más sobrio de lo previstoEl economista Alejandro Werner, dijo que la tendencia se debe en parte a "factores transitorios" como cuestiones climáticas, los problemas en una mina en Brasil a comienzos del año, las tensiones comerciales entre China y EE.UU., la desaceleración de la economía mundial, el precio de las materias primas y un crecimiento mundial algo más débil.
En Brasil, las inquietudes acerca del cronograma y el alcance de las tan necesarias reformas de las pensiones —un proyecto de ley se está debatiendo actualmente en el Congreso— han mantenido la incertidumbre de las políticas económicas en niveles superiores a los promedios históricos, indica el informe.
En México, persiste una "elevada incertidumbre" debido a la reversión de ciertas políticas económicas, en particular en relación con las reformas de la energía y la educación. Tampoco se han disipado las preocupaciones acerca de la salud financiera y las perspectivas de Pemex.
En Argentina, por ejemplo, la incertidumbre se ha moderado, y más recientemente la inflación ha empezado a descender a la vez que repunta la actividad económica.
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En el caso de América del Sur, la economía de Argentina, por ejemplo, está recuperándose gradualmente de la recesión del año pasado.
"Se proyecta que el crecimiento aumente a -1,3% en 2019 y a 1,1% en 2020 gracias al repunte de la producción agrícola y el restablecimiento gradual del poder adquisitivo de los consumidores, tras la marcada compresión de los salarios reales el año pasado", dice el FMI.
A la vez se espera que la inflación continúe descendiendo. "Sin embargo, como la inflación ha sido más persistente, las tasas de interés reales deberán permanecer en niveles más altos por más tiempo, lo que explica la revisión a la baja del crecimiento en 2020", aseguran los expertos del FMI.
En Brasil, se espera que el crecimiento permanezca en un nivel moderado de 0,8% en 2019 y que se acelere a 2,4% en 2020, siempre que se apruebe una reforma robusta del sistema de pensiones, que retorne la confianza, que se recupere la inversión y que la política monetaria siga siendo acomodaticia. Además de la aprobación de la reforma de las pensiones, una reducción continua del déficit presupuestario en los próximos años sigue siendo crucial para garantizar la sostenibilidad de la deuda pública.
El organismo sugiere que para estimular el crecimiento potencial, "Brasil tiene que llevar a cabo reformas estructurales decisivas, como por ejemplo en el ámbito tributario, de las privatizaciones, la liberalización del comercio y tomar medidas para hacer más eficiente la intermediación financiera".
En Chile se proyecta que el crecimiento permanezca robusto en 3,2% en 2019 y 3,4% en 2020, gracias a una orientación expansiva de la política monetaria y la anunciada aceleración de proyectos de inversión. Pero la debilidad reciente en la actividad económica y las exportaciones, siguen afectando el panorama económico chileno.
Para Colombia, el FMI proyecta que la recuperación continúe en 2019 a pesar del adverso ambiente externo.
"La política monetaria acomodaticia, el gasto efectuado por los gobiernos subnacionales en un año de elecciones, la migración desde Venezuela, la ejecución de los proyectos de infraestructura 4G y el efecto positivo de las recientes reformas tributarias impulsarán la demanda interna y elevarán el crecimiento a alrededor de 3,5% en 2019-20", indica el reporte.
También a la baja se revisó el crecimiento económico en Perú a a 3,7% en 2019, debido a los débiles resultados del primer trimestre. Se prevé que la inflación permanezca dentro de la banda de 1% - 3% fijada como meta por el banco central.
En países como México, el crecimiento fue revisado a la baja, a 0,9% en 2019, debido a un menor dinamismo y a la fuerte incertidumbre en torno a las políticas económicas, aunque se espera que repunte a 1,9% en 2020 conforme se normalicen las condiciones.
En América Central, Panamá y la República Dominicana, se proyecta que el crecimiento prosiga en 2019−20 a pesar de las revisiones a la baja.
"Las condiciones externas han mejorado marginalmente gracias a la disminución de las tasas de interés internacionales, pero los términos de intercambio no se han recuperado del deterioro que experimentaron el año pasado", dice el FMI.
También se recortaron las perspectivas de crecimiento para Costa Rica y Panamá en 2019, debido a una actividad más débil de lo previsto en lo que va de este año.
Guatemala se está beneficiando de un impulso fiscal, en tanto que Honduras sigue viéndose afectada por términos de intercambio desfavorables. En El Salvador, el crecimiento sigue estando impulsado por la inversión.
También lea FMI reduce proyección de crecimiento en Latinoamérica, arrastrado por VenezuelaEn el Caribe, las perspectivas económicas están mejorando en general, pero con marcadas diferencias entre los países. En las economías que dependen del turismo, se prevé que el crecimiento se afiance a alrededor de 2% en 2019-20, en virtud del aún fuerte crecimiento de Estados Unidos —el principal mercado para la oferta turística de la región— y la continua actividad de reconstrucción tras los huracanes del 2017.
Dadas las mejorías en la producción de energía y los precios de las materias primas, se prevé que los países exportadores de materias primas registren modestos repuntes del crecimiento, excepto en Guyana, donde el arranque de la producción petrolera en 2020 proveerá un fuerte estímulo al crecimiento.
En términos más generales, el crecimiento regional sigue viéndose dificultado por persistentes problemas estructurales, como el fuerte endeudamiento público, el acceso limitado al crédito, el desempleo elevado y la vulnerabilidad a los shocks relacionados a las materias primas y el clima.