La OEA y El Salvador acuerdan establecer una misión de asistencia a la seguridad para fortalecer proceso de paz entre pandillas que inició hace más de un año en ese país centroamericano.
La Organización de los Estados Americanos (OEA) y el gobierno de El Salvador firmaron un acuerdo sobre cooperación y por el establecimiento de una misión de asistencia a la seguridad.
El nuevo acuerdo busca fortalecer y apoyar el proceso de pacificación social que alcanzó una tregua entre pandillas y que ha tenido entre sus consecuencias, una baja sensible en la tasa de homicidios en el país centroamericano.
“Hace un año, la ciudad de San Salvador se encontraba en el tercer lugar de la lista de las ciudades más violentas del mundo, y ahora desapareció de la lista”, aseguró José Miguel Insulza, secretario general de la OEA.
El proceso de paz entre las dos principales pandillas salvadoreñas, Mara Salvatrucha MS-13 y Barrio 18, comenzó en marzo de 2012, con el impulso determinante del obispo Fabio Colindres y del dirigente social Raúl Mijango, y con el fuerte respaldo de la OEA, a través de la Secretaría de Seguridad Multidimensional.
En julio de ese año, el Secretario General José Miguel Insulza viajó a El Salvador, donde asumió el compromiso de garante del proceso de paz y participó en un acto de entrega de armas por parte de los pandilleros. Desde aquella fecha a la actualidad, seis municipios del país han sido declarados como libres de violencia gracias al proceso de paz.
“Hemos hecho grandes esfuerzos por disminuir la violencia en un proceso inédito que iniciamos hace un año. El Salvador era uno de los países más violentos del mundo con una tasa de homicidios de 70 por cada 100 mil habitantes, y en un año la bajamos a 24 por cada 100 mil habitantes”, subrayó David Munguía, ministro de Justicia y Seguridad Pública de El Salvador.
Según el funcionario salvadoreño, los buenos resultados no hubieran sido alcanzados sin el apoyo de la OEA quien “nos ha apoyado desde el año 2012”.
El nuevo acuerdo busca fortalecer y apoyar el proceso de pacificación social que alcanzó una tregua entre pandillas y que ha tenido entre sus consecuencias, una baja sensible en la tasa de homicidios en el país centroamericano.
“Hace un año, la ciudad de San Salvador se encontraba en el tercer lugar de la lista de las ciudades más violentas del mundo, y ahora desapareció de la lista”, aseguró José Miguel Insulza, secretario general de la OEA.
El proceso de paz entre las dos principales pandillas salvadoreñas, Mara Salvatrucha MS-13 y Barrio 18, comenzó en marzo de 2012, con el impulso determinante del obispo Fabio Colindres y del dirigente social Raúl Mijango, y con el fuerte respaldo de la OEA, a través de la Secretaría de Seguridad Multidimensional.
En julio de ese año, el Secretario General José Miguel Insulza viajó a El Salvador, donde asumió el compromiso de garante del proceso de paz y participó en un acto de entrega de armas por parte de los pandilleros. Desde aquella fecha a la actualidad, seis municipios del país han sido declarados como libres de violencia gracias al proceso de paz.
“Hemos hecho grandes esfuerzos por disminuir la violencia en un proceso inédito que iniciamos hace un año. El Salvador era uno de los países más violentos del mundo con una tasa de homicidios de 70 por cada 100 mil habitantes, y en un año la bajamos a 24 por cada 100 mil habitantes”, subrayó David Munguía, ministro de Justicia y Seguridad Pública de El Salvador.
Según el funcionario salvadoreño, los buenos resultados no hubieran sido alcanzados sin el apoyo de la OEA quien “nos ha apoyado desde el año 2012”.