En Fotos | Así se rehabilitan en México defensores ucranianos amputados en la guerra

Pavlo Naida se integró al ejército ucraniano de manera voluntaria, tras la invasión rusa a Ucrania, pero el 17 de agosto de 2023, cerca de la ciudad de Bajmot, mientras intentaba de esconderse durante las operaciones de asalto en esa región y un bombardeo, pisó una mina terrestre que explotó en su pierna izquierda.

En enero de este año, viajó a ciudad de México, gracias al proyecto Axolotl (Ajolote), una iniciativa que busca rehabilitar física y emocionalmente a defensores ucranianos que han perdido alguno de sus miembros durante la guerra con Rusia.

En principio, los defensores reciben atención médica integral y deben practicarse exámenes diagnósticos para evaluar la complejidad de su lesión y planear el tratamiento adecuado. En principio, son valorados por el médico general, además del odontólogo, nutricionista y psicólogo. Pero la atención va desde la consulta externa hasta urgencias, hospitalización o cirugía.

Para la adaptación de la prótesis, otro equipo, primero valora el estado de los miembros sanos y el miembro amputado para luego diseñar la pieza más adecuada. Cada paciente tiene un procedimiento diferente que pueda ir desde los cuatro meses a un año.

Luego, se hace una valoración biomecánica y se prepara al paciente para adaptarse a una prótesis para luego hacer diseños y prototipos.

Actualmente, las prótesis son elaboradas en una gran variedad de materiales. En el laboratorio de Ciudad de México trabajan con componentes de alta tecnología de muy alto nivel, algunos de ellos importados que se pueden adaptar en cualquier parte del mundo.

La labor de este laboratorio es ensamblarlos, alinearlos y personalizarlos para que se adapten a cada paciente.

Una vez que el paciente adquiere madurez física y mental, y tiene un muñón estable, se entrena para que se ponga de pie, empiece a caminar y dé sus primeros pasos.

En la rehabilitación física se trabajan diferentes habilidades, como la fuerza y el equilibrio, para que el paciente vuelva a su vida cotidiana.

En sesiones de aproximadamente una hora y haciendo uso de elementos como bandas, pesas, mancuernas, balones, entre otros, los defensores van reforzando sus habilidades físicas. 

En ocasiones, los pacientes reciben masajes para disminuir el dolor que puede causar la fatiga y el esfuerzo que recibe su cuerpo en su proceso de adaptación y rehabilitación.

Hoy, Pabvlo no solo dice sentirse feliz de poder caminar y hasta bailar, sino de conocer una cultura diferente, la mexicana, la cual lo impactó y lo acogió, desde el primer momento.

Una iniciativa de la embajada ucraniana en México y la Asociación Diáspora Ucraniana en México A.C. permite que defensores ucranianos que han perdido sus extremidades reciban atención médica, adaptación y diseño de prótesis, y rehabilitación física y emocional.