Las conversaciones entre el gobierno y la oposición laborista para alcanzar un compromiso sobre el Brexit colapsaron sin alcanzar su objetivo el viernes, y el país quedó hundido en una ciénaga de incertidumbre sobre su salida de la Unión Europea.
El diálogo con el gobierno de la primera ministra Theresa May “llegó tan lejos como pudo”, señaló el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn.
En carta a May difundida por el partido, Corbyn dijo que “no hemos podido superar las importantes diferencias de criterio entre nosotros”.
May se dispone a anunciar en las próximas semanas los planes para su renuncia, y Corbyn dijo que dada “la debilidad e inestabilidad crecientes” del gobierno, es imposible llegar a un acuerdo duradero.
Las dos partes negociaron durante semanas para tratar de acordar unos términos para la salida del país de la Unión Europea que pudiesen ser respaldados por el Parlamento. Los contactos comenzaron después de que los legisladores rechazaron el acuerdo de divorcio entre Londres y Bruselas por tercera vez.
Pero conservadores y laboristas difieren en la relación económica que debe mantener el país con el bloque una vez se complete el Brexit. El laborismo quiere atenerse a las normas de la UE para que el comercio continúe sin tropiezos, mientras que el gobierno quiere una relación más flexible que deje a Gran Bretaña en libertad de buscar nuevos acuerdos comerciales alrededor del mundo.
En un primer momento, Gran Bretaña debía abandonar la UE el 29 de marzo, pero el Brexit se demoró hasta el 31 de octubre en medio de un impasse político.
Ese impasse se profundizó esta semana con el fracaso de las conversaciones entre los partidos y la presión creciente de los conservadores sobre May para que renuncie.