Cerca de 300 agentes de la unidad de élite de la policía francesa llevan más de ocho horas acordonando una casa de cuatro pisos en un barrio residencial en Touluse, donde se presume se encuentra el presunto asesino de siete personas.
El sospechoso, identificado por las autoridades como Mohammed Merah, de 24 años, dijo que planeaba entregarse a la policía desde que ésta llevó a cabo un operativo poco después de las 3 de la madrugada, hora local. Según testigos, minutos después se escucharon tiros provenientes de ambos lados.
France Press informa que la policía encontró la moto que creen que el presunto autor de los crímenes utilizó para asesinar a un rabino y tres niños en una escuela judía. El diario Le Monde dice que investigadores buscan un Renault Clio alquilado por Merah con varias armas en su interior.
Asimismo, el ministro del Interior francés, Claude Gueant, dijo que están “seguros” que el sospecho, un ciudadano francés de origen argelino, es responsable de los tres ataques que cobró la vida estas personas en el nombre de Al Qaeda.
Gueant informó que los ataques fueron llevados a cabo para vengar la muerte de niños palestinos en el Medio Oriente y recriminar la participación militar francesa en el extranjero luego tras un viaje de Merah a Afganistán y Pakistán.
Luego de la redada, las autoridades dijeron que el sospechoso arrojó una pistola Colt por la ventana para ser intercambiada por un “dispositivo de comunicaciones" o teléfono celular, pero afirman que todavía sigue armado y que podría tener un fusil AK-47. La policía ha evacuado a los residentes del barrio.
Agregan que arrestaron a su hermano poco después de que incursionar a la casa a primeras horas de este miércoles 21 de marzo.
El sospechoso está acusado de asesinar a tres soldados franceses, un rabino y tres niños, de cuatro, cinco y siete años de edad, en Touluse y Montauban.
Los cadáveres de los últimos cuatro fueron llevados a Israel para ser sepultados y miles de dolientes, incluyendo el primer ministro francés, Alain Juppe, asistieron a los funerales en el cementerio Givat Shaul, en las afueras de Jerusalén.