El presidente francés, François Hollande, dijo este jueves que la población musulmana común son las víctimas primarias del “fanatismo, fundamentalismo y la intolerancia” como las mostradas en los ataques de la semana pasada en París.
Hollande habló en el Instituto del Mundo Árabe, donde abrió el primer foro internacional "Reinvenciones del Mundo Árabe" en París.
Kerry: un gran abrazo a París
Kerry: un gran abrazo a París
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, dijo que quiere dar a París un "gran abrazo" cuando viaje este jueves a la capital francesa, escenario de los atentados que dejaron 17 muertos la semana pasada.
"Mi visita a Francia es básicamente para compartir un gran abrazo con París y expresar el afecto del pueblo estadounidense con Francia y nuestros amigos allí, que han pasado por un terrible momento", explicó.
"No siento otras exigencias más que una continuación de nuestra amistad y nuestras responsabilidades como buenos amigos y el aliado de más largo tiempo en nuestra historia", agregó el Secretario.
Kerry, que hizo la declaración en Bulgaria, visita Francia después de que la ausencia el domingo de un representante de alto nivel de su país en la histórica marcha parisina de repulsa a los atentados fuera vista como una metedura de pata.
El viernes, se entrevistará con el presidente François Hollande.
“El islam es compatible con la democracia”, recordó Hollande, a la vez que destacó la importancia de rechazar las amalgamas entre los musulmanes y quienes cometieron los atentados de la semana pasada en Francia, que se cobraron 17 víctimas.
“Los franceses de confesión musulmana tienen los mismos derechos, las mismas obligaciones que todos los ciudadanos. Deben ser protegidos. El laicismo contribuye a hacerlo porque respeta todas las religiones", dijo el presidente.
Hollande subrayó que "el orden republicano debe ejercerse con firmeza frente a quienes la toman contra todos los lugares de culto, como sinagogas, mezquitas e iglesias", e insistió en que los actos antisemitas y antimusulmanes "deben ser no solo denunciados, sino castigados severamente".
"Francia es un país amigo, pero Francia es un país que tiene reglas, principios y valores, y entre esos valores hay uno que no es negociable, y que no lo será nunca, es la libertad, la democracia", agregó.
"Quiero que los (musulmanes) que viven en Francia puedan sentirse unidos, protegidos, respetados, de la misma forma que ellos deben respetar a la República", insistió.