Las acciones estadounidenses cayeron bruscamente en las primeras operaciones del viernes y estaban en camino de su peor semana desde octubre de 2008, ya que la propagación del coronavirus amenaza con descarrilar la economía mundial.
El brote de virus ha estado cerrando centros industriales, vaciando tiendas y reduciendo severamente los viajes por todo el mundo. Más compañías están advirtiendo a los inversores que sus finanzas se verán afectadas debido a las interrupciones en las cadenas de suministro y las ventas.
Los gobiernos están tomando medidas cada vez más drásticas a medida que se esfuerzan por contener el virus.
El promedio industrial Dow Jones cayó 974 puntos, o 3,8%, a 24.791 a las 10:11 a.m. El S&P 500 perdió 3,7% y el Nasdaq cayó 3,2%. El índice de referencia de China cayó un 3,7% y el DAX de Alemania cayó un 4,1%.
El índice de referencia S&P 500 ahora ha perdido un 15% desde que alcanzó un máximo histórico hace solo 10 días.
Los precios del crudo cayeron nuevamente. La situación ha llevado a cada índice importante a lo que los observadores del mercado llaman una “corrección” o una caída del 10% desde un máximo. La última vez que ocurrió fue a fines de 2018, y los observadores del mercado han dicho durante meses que las acciones estaban muy sobrevaloradas y estaban muy atrasadas para otro retroceso.
Los precios de los bonos se dispararon nuevamente cuando los inversores buscaron seguridad y se volvieron más pesimistas sobre las perspectivas de la economía. Eso empujó los rendimientos a más mínimos históricos. El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años cayó bruscamente, a 1,17% desde 1,30% el jueves por la noche. Ese rendimiento es un punto de referencia para las hipotecas de viviendas y muchos otros tipos de préstamos.