El equipo del "Big Papi", el dominicano David Ortiz, se alzó con un triunfo de 6 a 1, para llevarse el título del béisbol mayor, que no conseguían en casa desde 1918.
Tomó casi un siglo, pero finalmente los Medias Rojas de Boston consiguieron ganar el título de la Serie Mundial de B[eisbol en su estadio, el Fenway Park, al derrotar anoche a los Cardenales de San Luis, 6 carreras a una.
Fue algo no visto desde que el equipo comandado por Babe Ruth ganó la Serie en 1918, algo que los 38.447 aficionados que llegaron al estadio celebraron durante todo el partido, durante la ceremonia de entrega del trofeo y muchas horas después en las calles de Boston.
Los héroes de esta victoria fueron muchos, pero se destacaron Shane Victorino, recobrado de problemas musculares en la espalda, que consiguió un doble contra el “Monstruo verde”, la gran pared que limita la cancha, para impulsar tres carreras en contra del novato sensación de los Cardenales, Michael Wacha.
John Lackey, que se convirtió en el primer lanzador en comenzar y ganar el último juego de una Serie Mudial para dos equipos distintos –los Angels en 2002 y ahora con Boston—permitiendo solo una carrera en los 6 2-3 de entrada en las que lanzó.
Y por supuesto el dominicano David Ortiz –el “Big Papi”— el único jugador que queda de los campeones de 2004, que tuvo una serie digna de Ruth. Bateó .688 (11 hits de 16 turnos al bate), dos jonrones, seis carreras impulsadas y ocho pases por bola, incluyendo cuatro en el juego final.
Pero fue nuevamente el japonés Koki Uehara el encargado de cerrar el juego al ponchar a Matt Carpenter en el out final.
La victoria puso punto final a una temporada emocionante para los “Sox”, en la que tuvieron que lidiar con los recuerdos del atentado de la maratón de Boston en abril, en el que murieron tres personas y hubo más de 260 heridos.
Los jugadores llevaron logos con la frase “Fuerza Boston” y en el campo de juego se puso otro gigantesco “Fuerza B” en recuerdo a la tragedia.
Este es el tercer triunfo de Boston en una década. Antes ganaron en 2004 y luego en 2007.
Fue algo no visto desde que el equipo comandado por Babe Ruth ganó la Serie en 1918, algo que los 38.447 aficionados que llegaron al estadio celebraron durante todo el partido, durante la ceremonia de entrega del trofeo y muchas horas después en las calles de Boston.
Los héroes de esta victoria fueron muchos, pero se destacaron Shane Victorino, recobrado de problemas musculares en la espalda, que consiguió un doble contra el “Monstruo verde”, la gran pared que limita la cancha, para impulsar tres carreras en contra del novato sensación de los Cardenales, Michael Wacha.
John Lackey, que se convirtió en el primer lanzador en comenzar y ganar el último juego de una Serie Mudial para dos equipos distintos –los Angels en 2002 y ahora con Boston—permitiendo solo una carrera en los 6 2-3 de entrada en las que lanzó.
Y por supuesto el dominicano David Ortiz –el “Big Papi”— el único jugador que queda de los campeones de 2004, que tuvo una serie digna de Ruth. Bateó .688 (11 hits de 16 turnos al bate), dos jonrones, seis carreras impulsadas y ocho pases por bola, incluyendo cuatro en el juego final.
Pero fue nuevamente el japonés Koki Uehara el encargado de cerrar el juego al ponchar a Matt Carpenter en el out final.
La victoria puso punto final a una temporada emocionante para los “Sox”, en la que tuvieron que lidiar con los recuerdos del atentado de la maratón de Boston en abril, en el que murieron tres personas y hubo más de 260 heridos.
Los jugadores llevaron logos con la frase “Fuerza Boston” y en el campo de juego se puso otro gigantesco “Fuerza B” en recuerdo a la tragedia.
Este es el tercer triunfo de Boston en una década. Antes ganaron en 2004 y luego en 2007.