Funes calificó acto como terrorismo

Funes, dijo que algunos lesionados "se encuentran en situación de mucha gravedad" en distintos hospitales tras el incidente.

Mauricio Funes tildó de acto terrorista ataque de pandilleros contra un microbús del servicio urbano.

El presidente de El Salvador, Mauricio Funes informó que 14 personas murieron calcinadas y 16 sufrieron quemaduras luego que un grupo de pandilleros incendió un microbús del servicio urbano en esta capital.

Funes, que calificó el hecho como acto terrorista, dijo que algunos lesionados "se encuentran en situación de mucha gravedad" en distintos hospitales tras el incidente.

El mandatario salvadoreño indicó que al menos siete sujetos, en su mayoría de la pandilla La 18, fueron capturados, y el gabinete de seguridad se reunió de emergencia para analizar medidas a tomar.

A su vez, Funes agregó que poco después del incidente cercano al barrio Jardín, en el municipio de Mejicanos, en el norte de la capital, otro microbús fue atacado a balazos, con un saldo de dos muertos, entre ellas una menor de edad.

"Hubo disparos. Detuvieron el vehículo, lo rociaron de gasolina, le prendieron fuego. Algunos lograron salir, otros no y murieron adentro. Es un acto que busca generar terror en la ciudadanía", dijo Funes.

Por su parte, el ministro de Justicia y Seguridad, Manuel Melgar dijo que “este es un hecho típicamente terrorista. Pretende meter temor a la población" e instó a que se investigue a fondo.

Entre tanto, el director de la Policía Nacional Civil, Carlos Ascencio, indicó que policías que acudieron al lugar rompieron los cristales del microbús para que los pasajeros pudieran escapar.

"Se pudo auxiliar cerca de 13 personas que se condujeron a diferentes centros hospitalarios. (Policías) hicieron uso de sus fusiles para quebrar las ventanas y poder facilitar la evacuación de las personas que se encontraban en su interior", agregó Ascencio.

La zona es asediada por pandilleros de las rivales Mara Salvatrucha y La 18, ligadas a extorsiones, en su mayoría contra comerciantes y empresarios de autobuses.

Las pandillas están establecidas en los barrios populosos y se estima que tendrían unos 13.500 miembros, de los cuales 5.700 están presos.