Mauricio Funes es oficialmente el nuevo presidente de El Salvador.
Con su juramentación, Funes y su partido de izquierda, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), han puesto fin a una hegemonía de la derecha que duró 20 años.
Un buen grupo de mandatarios y delegaciones de 72 países se hicieron presentes, entre ellos los príncipes Felipe de Asturia y su esposa, Letizia, la secretaria de Estado de Estados Unidos Hillary Clinton, Luiz Inàcio Lula da Silva, de Brasil, Hugo Chávez, de Venezuela, entre otros.
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En su primer discurso como Jefe de Estado, Funes dijo que tanto él como su partido están asumiendo un desafío muy grande debido a la situación económica que enfrenta el país centroamericano y a la crisis mundial que, según pronósticos locales, impactará fuertemente en la región en el transcurso de este año.
“Nuestros desafíos son grandes, pero así los hemos aceptado desde hace mucho tiempo (…) El pueblo salvadoreño pidió un cambio y el cambio comienza ahora, no por la voluntad individual de un presidente sino con la mano de una nación”, dijo Funes.
El ex periodista también aseguró que trabajará por un gobierno justo. “No hemos esperado tantos años para gobernar y hacerlo mal y perder nuestras esperanzas”.
El nuevo mandatario salvadoreño aseguró que mejorará los lazos diplomáticos con Estados Unidos y tratará de regularizar la situación migratoria de sus connacionales en el Exterior.
Funes hizo referencia además al presidente estadounidense Barack Obama y al de Brasil, Lula da Silva, como dos figuras de “cambio” de quienes pretende aprender y seguir sus pasos.
Antes de finalizar, el presidente Funes también anunció que a partir de ese momento El Salvador “restablece los vínculos diplomáticos con Cuba”.
Funes ganó las elecciones del 15 de marzo como candidato del FMLN, la guerrilla que depuso las armas en 1992 para convertirse en partido político.
Su triunfo puso fin a dos décadas de gobierno de la derecha con Alianza Republicana Nacionalista (Arena).