En Fotos: Migrantes se alistan para atravesar la selva más peligrosa del mundo
Esta son las playas de Necoclí, uno de los 11 municipios que conforman la región del Golfo de Uraba en Antioquia, Colombia, paso obligatorio de miles de migrantes de diferentes nacionalidades que buscan llegar a EE. UU., cruzando el Tapón del Darién.
En el puerto de Necoclí, cientos de migrantes se congregan para buscar una embarcación y así cruzar el mar Caribe, con el fin de llegar a Capurganá, la puerta a la selva del Darién.
Un grupo de migrares africanos empacan sus pertenencias en bolsas de basura para iniciar la travesía que los llevará a cruzar el mar abierto y enfrentarse a los peligros del Tapón del Darién.
La desolación y angustia se apodera de los migrantes al enfrentarse con las duras condiciones para llegar a Necoclí, paso obligatorio para los que buscan continuar su camino hacia Centroamérica.
Los migrantes esperan su turno para poder abordar el transporte marítimo que los llevará a la frontera con Panamá, otro punto de la travesía.
La población migrante no sigue medidas de prevención del COVID-19: no usan cubrebocas y no mantienen el distanciamiento social.
A su corta edad, cientos de niños migrantes se enfrentan a las precarias condiciones que conlleva emprender una travesía a mar abierto y atravesar la selva más peligrosa de Latinoamérica.
Mujeres embarazadas, madres lactantes y niños de brazos son pasajeros frecuentes de las embarcaciones que cruzan el Golfo de Urabá, con el fin de llegar a la selva del Darién.
Los migrantes que se enfrentaran a un viaje de cerca de 2 horas a mar abierto con destino a Capurganá, donde se reportan olas de hasta 10 metros de altura.