En Fotos | Migrantes toman lancha para alcanzar selva del Darién en Colombia
Capurganá es una remota costa del Caribe colombiano, solo accesible por vía aérea o marítima, limita con Panamá y es la puerta de ingreso a Centroamérica.
En las calles del Golfo de Urabá, en Colombia, se ven a niños migrantes, de 0 a 5 años, a la espera que sus padres puedan comprar el tiquete para abordar una lancha.
El llanto y la desesperación es la constante entre los niños de la población migrante, que busca desesperadamente salir de los puertos colombianos para llegar a Panamá.
Ciudadanos cubanos se han quedado varados en las playas de Capurganá al no poder continuar su recorrido por la selva debido al alto riesgo que se enfrentan y a la exigencia física que se requiere.
Los martes y los jueves son los días designados para transportar a migrantes entre los diferentes puertos. Las imágenes contrastan con los botes de turistas que llegan los fines de semana a disfrutar de un día de sol en las playas Capurganá.
Las autoridades colombianas realizan controles a los migrantes al salir y entrar de los puertos, con el objetivo de verificar antecedentes. La población migrante tiene libre circulación.
Durante el recorrido se ven decenas de niños de brazos y mujeres embarazadas que se arriesgan en esta travesía para alcanzar su meta: llegar a Estados Unidos.
Bajo el ardiente sol del Caribe colombiano, con 90 °F, descansan los migrantes haitianos para luego continuar hacia la selva del Tapón del Darién. En los grandes grupos se destacan los niños que esperan junto a sus padres.
En Capurganá, los migrantes finalizan la ruta del Golfo de Urabá en Colombia y se internan en la peligrosa Selva del Tapón del Darién, donde se reportan violaciones, asesinatos y torturas por parte de grupos ilegales que controlan la región.