Los ataques aéreos israelíes y bombardeos con tanques han matado al menos a 26 personas en la Franja de Gaza mientras el ejército continuaba presionando con una campaña militar que el primer ministro Benjamin Netanyahu ha advertido podría continuar por un largo tiempo.
Los blancos de este martes incluyeron la casa de un líder de alto nivel de Hamas, un complejo que alberga la televisión y radio de Hamas, Al-Adsa, una mezquita en el centro de la ciudad, oficinas de gobierno y la única planta de electricidad de Gaza, que se vio forzada a cerrar.
Las autoridades palestinas de salud dijeron que el total de víctimas es de más 1.100, la mayoría civiles.
Los ataques se produjeron luego que Netanyahu advirtiese sobre una “prolongada” campaña contra Hamas.
“Sabemos que hay días difíciles por delante, este es un día difícil y doloroso. Tenemos que ser pacientes y determinados a continuar la lucha contra una organización asesina de terror que aspira con destruirnos”, dijo Netanyahu.
Aseguró que la operación militar no terminará hasta que las fuerzas israelíes desmantelen una red de túneles que usan los militantes de Hamas para incursionar en Israel.
Y precisamente desde Tel Aviv, el periodista Henrique Cymerman dijo en entrevista con la Voz de América que la violencia de ambos lados es un círculo vicioso que no se puede romper.
Escuche la entrevista con Henrique Cymerman.
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El ejército anunció el martes que cinco soldados fueron muertos por combatientes que hicieron uso de esos túneles. Unos 53 soldados israelíes y tres civiles han muerto desde el 8 de julio.
Mientras tanto, el líder supremo de Irán, el ayatola Ali Khamenei, aseguró que Israel está cometiendo “genocidio” en Gaza y dijo que el mundo islamista debería trabajar para armar al pueblo palestino.
Los líderes mundiales no han podido desactivar la crisis a pesar de repetidos intentos por conseguir que ambos bandos acuerden y mantengan un cese el fuego.