Un general estadounidense acusó el miércoles a Rusia de desplegar un misil de crucero terrestre en violación al “espíritu e intención” de un tratado de armas nucleares y culpó a Moscú su intención de amenazar edificios estadounidenses en Europa y la alianza de la OTAN.
“Nosotros creemos que los rusos han desplegado deliberadamente con la intención de representar una amenaza para la OTAN y para las instalaciones dentro de la zona de responsabilidad de la OTAN”, dijo el general Paul Selva, vicepresidente de la Junta de Jefes del Estado Mayor durante la audiencia frente al comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes.
Selva dijo que no ve indicaciones que Moscú tenga la intención de volver a cumplir con el Tratado sobre las Fuerzas Nucleares de alcance intermedio de 1987, el cual prohíbe toda clase de armas, que incluye los misiles terrestres con alcances de entre 500 y 5.500 kilómetros.
El tratado fue un hito en el control de armamentos en los últimos años de la guerra fría.
La acusación del general Selva adquiere un significado político adicional al considerar que una de las metas declaradas por el presidente Donald Trump es mejorar las relaciones con Rusia, aún cuando Moscú es percibida por los aliados estadounidenses en Europa como una amenaza militar de gran urgencia.
El gobierno del presidente Barack Obama tenía la esperanza de hablar con Moscú para regresar a cumplir el tratado, pero no se produjeron progresos.
Al preguntar durante la audiencia cómo Estados Unidos debería responder ahora que el misil está desplegado para su potencial uso, Selva dijo que el ejército está preparando un conjunto de opciones que el gobierno de Trump considerará este año como parte de una revisión más amplia de la política nuclear.