Dos universidades en Georgia decidieron levantar la prohibición de aceptar estudiantes indocumentados.
La junta de regentes que administra el sistema de universidades de Georgia adoptó en 2010 la política de rechazar en sus centros de estudios aspirantes calificados en sus aulas por no contar con documentación de residencia legal en Estados Unidos.
Esta restricción impidió que los estudiantes no tengan acceso a cinco de las escuelas más competitivas de Georgia.
El sistema universitario dijo que había realizado recientemente una revisión de sus requisitos de admisión relacionados con su política referente a los indocumentados porque enfrentaban una demanda.
Esa fue la razón por la que la Universidad Estatal de Georgia y la Universidad Augusta decidieron no prohibir la admisión de personas que se encuentran ilegalmente en el país.