El presidente Donald Trump aprovechará su gira por Asia a principios de noviembre para consolidar la presión internacional sobre Corea del Norte, y evitar que ese país logre un mayor desarrollo de sus armas nucleares.
“Si no confrontamos y revertimos la amenaza de Corea del Norte vamos a vivir en una era mucho más gris”, dijeron funcionarios de la Casa Blanca que el lunes defendieron la postura más firme del gobierno estadounidense hacia Pyongyang.
“La retórica del presidente, y más importante, sus acciones, han logrado el cambio y el progreso más sustanciales por parte de la comunidad internacional al confrontar esta amenaza, que lo que hemos visto en pasadas administraciones”, dijo el funcionario a reporteros que cubren la Casa Blanca.
Se especula sobre si Trump, siguiendo los pasos de algunos de sus predecesores, visitará la Zona Desmilitarizada (DMZ por sus siglas en inglés) en Corea para echar un vistazo hacia el Norte, lo cual le colocaría a solo metros de los soldados norcoreanos en la frontera más militarizada del mundo.
La Casa Blanca dice que aún no se ha decidido si Trump irá allí.
“La seguridad no es la preocupación”, asegura el oficial de alto rango, sobre la posible visita al DMZ. “No creo que envíe un mensaje cualquiera que sea la decisión”.
En cambio, se espera que Trump —por invitación de los surcoreanos— vaya a Camp Humphries, 65 kilómetros al sur de Seúl, que es la instalación militar estadounidense de mayor crecimiento en la Península Coreana.
Durante su visita a Beijing, el presidente Trump también tocará el tema de Corea del Norte con el presidente chino, Xi Jinping.
La gira de Trump a la región Asia-Pacífico comenzará el 3 de noviembre y se extenderá por 12 días, convirtiéndose en la más larga de su presidencia hasta ahora.
Su primera parada será Hawái, de allí volará a Japón, luego a Corea del Sur, China, Vietnam y las Filipinas.