El gobernador republicano de Ohio pidió a su partido aprobar leyes más amplias de control de armas el martes, mientras algunos demócratas en Texas dijeron al presidente Donald Trump que se mantenga alejado mientras ambos estados se recuperaban de un par de tiroteos que mataron a 31 personas.
Un documento racista que se presume escribió el sospechoso de la masacre del sábado en El Paso, Texas, siguió siendo el foco de la investigación de la policía, mientras que el FBI abrió una investigación sobre la matanza del domingo en Dayton, Ohio, citando el interés del agresor en una ideología violenta.
Impulso para legislación en Ohio
El gobernador de Ohio, Mike DeWine, instó a la legislatura estatal controlada por el Partido Republicano aprobar leyes que exijan verificaciones de antecedentes para casi todas las ventas de armas y que permitan a los tribunales restringir el acceso a las armas de fuego para las personas percibidas como una amenaza.
Persuadir a la Legislatura para que apruebe tales propuestas podría ser una batalla cuesta arriba. En esta sesión se ha prestado poca atención a esas y otras medidas de control de armas ya introducidas por los demócratas y el predecesor de DeWine, John Kasich, que también presionaron sin éxito por una llamada ley de bandera roja sobre la restricción de armas de fuego para personas consideradas una amenaza.
"Podemos unirnos para hacer estas cosas para salvar vidas", dijo DeWine.
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El martes, el FBI abrió una investigación sobre el tiroteo masivo en un popular distrito de vida nocturna de Dayton para tratar de determinar qué ideologías influyeron en el atacante de 24 años, Connor Betts.
El agente especial Todd Wickerham, jefe de la oficina de campo del FBI en Cincinnati, dijo que la agencia está investigando quién podría haber ayudado a Betts y por qué eligió su objetivo específico.
"Hemos descubierto evidencia de que el tirador estaba explorando ideologías violentas", dijo Wickerham a los periodistas.
Wickerham no dijo si el FBI está considerando tratar el caso como terrorismo doméstico, como lo hizo en el tiroteo masivo de Texas a principios del fin de semana.
Demócratas en El Paso rechazan visita de Trump
El presidente Donald Trump ha anunciado visitas a ambas ciudades el miércoles, anuncio que despertó cierta resistencia en El Paso.
La representante demócrata Verónica Escobar dejó en claro que el presidente no era bienvenido en su ciudad natal, de duelo.
El candidato presidencial demócrata Beto O'Rourke, quien fue congresista de El Paso durante seis años, también dijo que Trump debería mantenerse alejado.
Escobar dijo el martes que las familias de las víctimas ya estaban utilizando el centro de recursos recientemente abierto de la ciudad, donde varios servicios gubernamentales y de salud mental han establecido puntos de apoyo.
"Tenemos que asegurarnos de que las personas tengan acceso a la atención de salud mental. Habrá muchos traumas en nuestra comunidad, muchos niños vieron cosas que ningún ser humano debería ver", dijo Escobar.
Mujer: atacante de Ohio compartió ideas oscuras
Una mujer que dijo que salió brevemente con el pistolero de Ohio afirmó que éste sufría de trastorno bipolar, bromeó sobre sus pensamientos oscuros y mostró una fascinación por los tiroteos masivos.
Adelia Johnson escribió en un ensayo en línea que Betts le mostró un video del tiroteo en la sinagoga de Pittsburgh en su primera cita.
Dijo que Betts expresó "impulsos incontrolables" que ella llamó "banderas rojas", lo que finalmente la llevó a suspender la relación en mayo.
Control de armas e inmigración
El lunes, el presidente Trump expresó vagamente una apertura hacia nuevas leyes de control de armas, sugiriendo que un proyecto de ley para ampliar las verificaciones de antecedentes personales podría combinarse con su esfuerzo largamente buscado para fortalecer el sistema de inmigración de la nación, pero no dio razones para el emparejamiento.
Los estudios han demostrado en repetidas ocasiones que los inmigrantes tienen un menor nivel de criminalidad que los nacidos en EE.UU. Ambos sospechosos en los tiroteos eran ciudadanos estadounidenses, y las autoridades federales están investigando los prejuicios contra los inmigrantes como un motivo potencial en la masacre de Texas.
Tanto en El Paso como en Dayton, un joven blanco fue identificado como el único sospechoso. El sospechoso del tiroteo en Texas, Patrick Crusius, de 21 años, fue acusado de asesinato. Betts fue abatido por la policía cuando agentes llegaron rápidamente al lugar de tiroteo para poner fin a su emboscada.