Poco después de la medianoche, la directora de presupuesto de la Casa Blanca, Sylvia Burwell, emitió una ordenanza a las agencias del gobierno de “ejecutar los planes para un cierre ordenado”.
El gobierno de Estados Unidos ha quedado parcialmente inactivo luego que las dos cámaras del Congreso no pudieron ponerse de acuerdo en un presupuesto para el país que debió haberse aprobado antes del comienzo del nuevo año fiscal, que ha comenzado este martes.
Ayer, en tres ocasiones la Cámara de Representantes dominada por los republicanos aprobó un presupuesto que incluía una cláusula para posponer la entrada en vigencia de la ley de Protección de pacientes y cuidados de salud accesibles, la ley insignia del presidente Barack Obama, también conocida como Obamacare. Y las tres veces, el Senado controlado por los demócratas rechazó esa pieza minutos más tarde.
“No te toca cobrar un rescate por hacer tu trabajo, por hacer lo que se supone que tienes que hacer, o solo porque hay una ley que no te gusta”.
Presidente Barack Obama.
“No podemos ganar… tarde o temprano vamos a tener que aceptar las demandas de los demócratas por un presupuesto simple y directo que reabra el gobierno”.
Senador John McCain.
“Simplemente creo que es indignante que Harry Reid no quiera sentarse a negociar sobre algo que es preocupante para muchos estadounidenses, y eso es la implementación de la nueva ley de salud”.
Representante Patrick J. Tiberi.
“Será un cierre de gobierno por los republicanos, pura y simplemente”.
Senador Harry Reid.
Poco después de la medianoche, la directora de presupuesto de la Casa Blanca, Sylvia Burwell, emitió una ordenanza a las agencias del gobierno de “ejecutar los planes para un cierre ordenado”.
La medida significa que un estimado de 800.000 empleados federales se van a quedar en casa. Entre las oficinas cerradas se incluye el Servicio de Parques Nacionales, las agencias de seguridad de tránsito y los empleados civiles del Departamento de Defensa. Los agentes de la Seguridad Interior y los agentes fronterizos seguirán trabajando, al igual que otras agencias de seguridad.
En un comunicado divulgado en las primeras horas del martes, el presidente Obama dijo que los miembros del ejército estadounidense seguirán de alta y continuarán las operaciones militares como las que se realizan en Afganistán. El mandatario se comprometió a firmar la ley que asegura que los militares recibirán su pago a tiempo.
Obama también prometió continuar trabajando con el Congreso para reabrir el gobierno, pese a que en una entrevista con la radio pública NPR, reiteró que “absolutamente, no voy a negociar” y que no va a posponer la entrada en vigencia de la ley de salud, el verdadero corazón de la disputa.
Los republicanos se quejaron de la actitud del presidente. El senador John Cornyn acusó a Obama de ser “absolutamente alérgico a hacer su trabajo”.
“Sabemos que el presidente ha estado ansioso por negociar con el presidente de Irán sobre un asunto muy serio, las aspiraciones nucleares de Irán, pero no está dispuesto a conversar con el presidente de la Cámara de Representantes o con el liderazgo republicano en el Senado”, añadió Cornyn.
Ayer, en tres ocasiones la Cámara de Representantes dominada por los republicanos aprobó un presupuesto que incluía una cláusula para posponer la entrada en vigencia de la ley de Protección de pacientes y cuidados de salud accesibles, la ley insignia del presidente Barack Obama, también conocida como Obamacare. Y las tres veces, el Senado controlado por los demócratas rechazó esa pieza minutos más tarde.
De acuerdo: los culpables son los otros
De acuerdo: los culpables son los otros“No te toca cobrar un rescate por hacer tu trabajo, por hacer lo que se supone que tienes que hacer, o solo porque hay una ley que no te gusta”.
Presidente Barack Obama.
“No podemos ganar… tarde o temprano vamos a tener que aceptar las demandas de los demócratas por un presupuesto simple y directo que reabra el gobierno”.
Senador John McCain.
“Simplemente creo que es indignante que Harry Reid no quiera sentarse a negociar sobre algo que es preocupante para muchos estadounidenses, y eso es la implementación de la nueva ley de salud”.
Representante Patrick J. Tiberi.
“Será un cierre de gobierno por los republicanos, pura y simplemente”.
Senador Harry Reid.
Poco después de la medianoche, la directora de presupuesto de la Casa Blanca, Sylvia Burwell, emitió una ordenanza a las agencias del gobierno de “ejecutar los planes para un cierre ordenado”.
La medida significa que un estimado de 800.000 empleados federales se van a quedar en casa. Entre las oficinas cerradas se incluye el Servicio de Parques Nacionales, las agencias de seguridad de tránsito y los empleados civiles del Departamento de Defensa. Los agentes de la Seguridad Interior y los agentes fronterizos seguirán trabajando, al igual que otras agencias de seguridad.
En un comunicado divulgado en las primeras horas del martes, el presidente Obama dijo que los miembros del ejército estadounidense seguirán de alta y continuarán las operaciones militares como las que se realizan en Afganistán. El mandatario se comprometió a firmar la ley que asegura que los militares recibirán su pago a tiempo.
Obama también prometió continuar trabajando con el Congreso para reabrir el gobierno, pese a que en una entrevista con la radio pública NPR, reiteró que “absolutamente, no voy a negociar” y que no va a posponer la entrada en vigencia de la ley de salud, el verdadero corazón de la disputa.
Los republicanos se quejaron de la actitud del presidente. El senador John Cornyn acusó a Obama de ser “absolutamente alérgico a hacer su trabajo”.
“Sabemos que el presidente ha estado ansioso por negociar con el presidente de Irán sobre un asunto muy serio, las aspiraciones nucleares de Irán, pero no está dispuesto a conversar con el presidente de la Cámara de Representantes o con el liderazgo republicano en el Senado”, añadió Cornyn.