Las autoridades federales de México asumieron las funciones de seguridad en 12 municipalidades del estado de Guerrero y una del Estado de México donde se sospecha nexos entre las policías locales y el crimen organizado.
Todas las municipalidades están dentro de un radio de 200 kilómetros alrededor de Iguala, donde 43 estudiantes normalistas desaparecieron hace más de tres semanas.
Entre los pueblos intervenidos están dos importantes destinos turísticos: Taxco –un pueblo a menudo comparado con Toledo en España, reconocido por la industria de la plata—e Ixtapán de la Sal.
Las autoridades ya habían desarmado a las policías en Iguala y Cocula y arrestado a un total de 36 policías. El domingo por la noche también fue detenido el síndico de Iguala, Oscar Chávez Pineda, en relación a los hechos violentos del 26 y 27 de septiembre, cuando desaparecieron los estudiantes.
De la misma manera, el viernes, fue anunciado el arresto de Sidronio Casarrubias Salgado, supuesto líder de Guerreros Unidos, el cartel que se habría hecho cargo de hacer desaparecer a los estudiantes.