La revista Time nombró a la activista del cambio climático Greta Thunberg como la Persona del Año 2019 el miércoles.
Time dijo que nombró a Thunberg por "hacer sonar la alarma sobre la relación depredadora de la humanidad con el único hogar que tenemos, por traer a un mundo fragmentado una voz que trasciende el fondo y las fronteras" y "por mostrarnos a todos cómo se vería cuando una nueva generación conduce."
El galardón, otorgado anualmente desde 1927, se dirige a la persona o personas que "más influyeron en las noticias y el mundo" durante el año pasado.
En una lista de finalistas también estaban el presidente Donald Trump, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, el informante anónimo cuya denuncia provocó la acusación en la investigación y los que protestaban contra el gobierno chino en Hong Kong.
Greta Thunberg, la activista sueca de 16 años que habló antes de la Cumbre de Acción Climática de las Naciones Unidas este año, se ha convertido en un símbolo para los jóvenes de todo el mundo que protestan contra el cambio climático.
“Están engañando” sobre el clima
En un discurso salpicado de datos científicos sobre el calentamiento global, la adolescente sueca de 16 años dijo a los negociadores que participan en la cumbre climática de Naciones Unidas que se celebra en Madrid, la COP25, que deben de dejar de buscar vacíos legales a las acciones de sus países y mostrar la ambición necesaria para proteger al mundo del desastre del aumento de las temperaturas.
“El peligro real es cuando los políticos y directores generales hacen que parezca que hay una acción real, cuando en realidad no se está haciendo casi nada más allá de cuentas ingeniosas y unas relaciones públicas creativas”, dijo Thunberg, a quien la revista Time designó el miércoles Persona del Año 2019.
“Encontrar soluciones holísticas es lo que debería hacer la COP, pero en cambio parece que se ha convertido en una especie de oportunidad para que los países negocien los vacíos legales y para evitar aumentar sus ambiciones”, añadió Thunberg, quien recibió una gran ovación.
Tras su discurso, unos 40 ambientalistas, entre los que había representantes de los pueblos indígenas de varios continentes, subieron con ella al escenario principal de la cumbre y, tomados de las manos, pidieron ”¡Justicia climática!” con lemas y canciones.
Los negociadores en Madrid tenían un ojo puesto en Bruselas, donde está previsto que la Unión Europea anuncie un ambicioso plan para recortar las emisiones de los gases con efecto invernadero, que causan el calentamiento global.
También lea Día Mundial de los DD.HH.: Cambio climático preocupa al mundoLa ministra alemana de Medio Ambiente, Svenja Schulze, dijo que espera que el “Acuerdo Verde Europeo” de “un impulso a las discusiones aquí”.
“Si la UE pone la protección del clima en el primer plano de esta forma, es una señal realmente importante (...). Dice muy claramente que subiremos nuestros objetivos, que queremos hacer más”, dijo a la prensa en Madrid.
La COP25 entró en aguas inexploradas el miércoles, con los ministros tratando de acordar las normas de un mercado global de emisiones de dióxido de carbono y posibles vías para compensar a los países vulnerables por los desastres causados por el calentamiento global.
Hace cuatro años, los líderes mundiales acordaron en París mantener el calentamiento global por debajo de 2 grados centígrados (3,6 Fahrenheit) y a poder ser no más de 1,5 C (2,7 F) a final de siglo. Los científicos dicen que los países incumplirán ambos objetivos por un amplio margen a menos que se tomen medidas drásticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero el próximo año.
Un centenar de activistas encabezados por representantes de pueblos indígenas de Latinoamérica y Norteamérica bloquearon brevemente la entrada a una sesión plenaria donde debía hablar el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
El personal de seguridad de la ONU habló con los activistas, quienes aceptaron continuar su protesta afuera.
Algunos expertos se hicieron eco de las declaraciones de los activistas sobre la falta de progresos.
“En mis casi 30 años en este proceso, jamás había visto la desconexión casi total que vemos aquí en Madrid entre lo que requiere la ciencia y exigen los pueblos del mundo por un lado y lo que resuelven las negociaciones climáticas en cuanto a medidas significativas”, dijo Alden Meyer, de la ONG estadounidense Unión de Científicos Interesados.
En la cumbre, Guterres dijo que el límite de 1,5 C “todavía está al alcance” si los países, sobre todo los principales emisores, inician la reducción de emisiones en los próximos 12 meses.
Previamente sugirió a los negociadores que dejen de escuchar a quienes se oponen a las medidas más ambiciosas para reducir las emisiones.
“Pido a todos los que cabildean a sus gobiernos a favor de una transición más lenta _o en algunos casos ninguna transición_ a que desistan de esas actividades ya”, dijo.
Los gobiernos demoran las medidas empresarias en el frente climático al mantener “obstáculos burocráticos y regulatorios, incluidos los subsidios perversos a los combustibles fósiles”, añadió.
Johan Rockstrom, director del Instituto Potsdam para la Investigación sobre el Impacto del Cambio Climático y uno de los científicos más reputados en el tema, recordó que durante 20 años “hemos subestimado el ritmo del cambio y hemos subestimado los riesgos que enfrentamos”.
Dirigiéndose a los jefes de las delegaciones, activistas y ONGs en la cumbre de Madrid, Rockstrom informó que en el escenario actual, el planeta va camino de calentarse entre 3 y 4 grados en sólo 80 años. Esto podría crear un entorno nunca visto en la Tierra en más de 4 millones de año y podría provocar un efecto dominó desastroso para la vida humana.
Tras él, Thunberg citó los mismos reportes e insistió en que las promesas de los países para reducir las emisiones no son suficientes. Para evitar el desastre, el dióxido de carbono debe seguir bajo tierra y los gases con efecto invernadero responsables del aumento de las temperaturas deben reducirse a cero, agregó.
“Esto no es liderar, es engañar”, dijo agregando que “cada décima de grado cuenta”.
Con información de AP.