Guatemala: Exigen investigar asesinato de dos periodistas

El cuerpo del periodista Federico Salazar permanecía cubierto en el parque central de Mazatenango, en Guatemala.

Freedom House condena los crímenes y los cataloga como un atentado a la libertad de expresión.

Tras el asesinato de dos periodistas en Guatemala la noche del martes 10 de marzo, la organización Freedom House condenó de inmediato los atentados que consideró “ataques a la libertad de expresión” y exigió que se investigue para hallar a los responsables.

Al mismo tiempo Freedom House en un comunicadohizo un llamado a las autoridades e instituciones para que redoblen sus esfuerzos para proteger la vida de los periodistas en Guatemala.

“Las autoridades deben investigar de inmediato el asesinato de Danilo Sapón López y Federico Salazar, así como el atentado contra Armando Marvin Tunches, determiner los motivos y llevar a los responsables ante la justicia”, dijo Carlos Ponce, director para los programas de Latinoamérica.

Según cuentan los testigos los dos periodistas fueron emboscados y asesinados a quemarropa durante un evento masivo en el parque central de la ciudad de Suchitepéquez, al Sur de Guatemala.

Los periodistas junto a otros colegas participaban en la cobertura de un acto convocado por el ayuntamiento para conmemorar el Día Internacional de la Mujer.

Daniel López, de 38 años era corresponsal de Prensa Libre, Federico Salazar, de 32, era corresponsal de Radio Nuevo Mundo y la víctima que se encuentra en condición crítica en el hospital, Marvin Israel Túnchez, de 28, es presentador de informativos de una cadena local de televisión.

Según el director de Prensa Libre, el ataque solo se explica por la naturaleza del trabajo de su colega, quien se había dedicado a denunciar las malas prácticas de los funcionarios del gobierno. Ya anteriormente, Daniel López había sido amenazado y había recibido agresiones físicas.

Otro posible móvil de los asesinatos es la presencia de las mafias del narcotráfico en la zona a lo que alguna vez López manifestó su temor a su superior, Miguel Ángel Méndez Zetina.