Crónica de un artista urbano en Guatemala

Edgar Barrientos, más conocido como “El Vaquero del Paseo La Sexta”. Foto de Eugenia Sagastume.

La falta de oportunidades es uno de los principales argumentos para abandonar el territorio guatemalteco, según testimonios de los propios migrantes.

También hay quienes luchan por un futuro mejor en su tierra natal. Él es Edgar Barrientos, más conocido como “El Vaquero del Paseo La Sexta”, donde trabaja el arte callejero de la Estatua humana.

El Vaquero da riendas a su arte entreteniendo a los guatemaltecos sábados y domingos, y como escultura viviente, se activa cada vez que alguien deposita una moneda.

Edgar narra que no logró graduarse pero siempre tuvo la intención de dedicarse al arte urbano y fue así como hace nueve años empezó a aprender y practicar para convertirse en una estatua viviente.

Pasa minutos sin moverse, ubicado en un poste sobre la Sexta avenida de la Zona Uno capitalina, y cuando alguien deposita una moneda, usualmente de un quetzal, empieza nuevamente a moverse como un robot. De lunes a viernes también trabaja en los semáforos de algunas zonas de Ciudad Guatemala.

Edgar Barrientos, más conocido como “El Vaquero del Paseo La Sexta”. Foto de Eugenia Sagastume.

Pese a que las jornadas de trabajo son largas y difíciles porque tiene que aguantar hambre, frío, calor y estar de pie por varias horas, “El Vaquero” asegura que “si las cosas se hacen con el corazón, todo sale bien siempre” y que en Guatemala, hay oportunidades para quien las busca sin necesidad de migrar a otro país.

En Guatemala, la mayoría (60 %) de la Población Económicamente Activa pertenecen al sector informal, mientras un 2.7 % está desempleado.

“Siempre he opinado que si yo soy guatemalteco me tengo que quedar en mi país luchando. Acá en Guatemala estamos viviendo muchas penas, pero hay muchas oportunidades… el que quiere salir adelante, encuentra cómo”, apuntó Barrientos.

Este joven emprendedor tiene 30 años, recientemente perdió a su mamá y tuvo un accidente. Sin embargo, es el principal sostén de su familia con el dinero que le da el público que aprecia su talento.