Este lunes se cumple un año de la mayor tragedia volcánica en la historia reciente de Guatemala. La tarde del domingo 3 de junio de 2018, el volcán de Fuego expulsó material piroclástico en grandes cantidades destruyendo por completo la aldea de San Miguel los Lotes, en el departamento de Escuintla, al sur del país.
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El lugar luce ahora como un pueblo fantasma. Las viviendas están llenas de material volcánico, piedras de gran tamaño y escombros.
La “zona cero” ha sido declarada de alto riesgo, pero hay una familia que se resiste a irse, con la esperanza de encontrar a quienes quedaron allí enterrados.
Don Felipe, es uno de los miembros de la familia, dice que perdió a 50 familiares, de los cuales localizaron los cuerpos de 38, pero 12 siguen desaparecidos, incluyendo su esposa y su hijo.
Él vive actualmente con sus suegros y aunque estuvieron unos meses alquilando un cuarto, han decidido volver a donde estaban sus casas y ahora han construido un lugar para vivir sobre el material volcánico.
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Colonia “La Dignidad”
El pasado 15 de mayo el gobierno de Guatemala entregó las primeras 168 viviendas para quienes fueron evacuados de San Miguel los Lotes y otras comunidades afectadas, pero para noviembre se espera que mil personas tengan su nueva casa en un sector del departamento de Escuintla.
Las cifras de la tragedia
La Coordinadora para la reducción de desastres (CONRED), contabiliza 201 fallecidos, 229 personas desaparecidas, 186 viviendas destruidas y 1.7 millones de afectados, por la tragedia del Volcán de Fuego.