El mundo debe elegir la esperanza y no rendirse en la lucha contra el cambio climático, dijo el lunes el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtiendo en una cumbre en Madrid que los gobiernos se arriesgan “a caminar sonámbulos más allá de un punto sin retorno”.
La más reciente ronda de negociaciones anuales para reforzar el Acuerdo de París 2015 para frenar el calentamiento global comenzó en un contexto de desastres climáticos inusualmente severos este año, desde incendios en el Ártico, el Amazonas y Australia hasta intensos huracanes tropicales.
"¿Realmente queremos ser recordados como la generación que enterró su cabeza en la arena mientras el planeta ardía?" Guterres dijo en la sesión de apertura de la reunión de dos semanas, celebrada en un centro de conferencias similar a un hangar en la capital española.
"Uno es el camino de la rendición, donde hemos caminado sonámbulos más allá del punto de no retorno", dijo. "La otra opción es el camino de la esperanza. Un camino de resolución, de soluciones sostenibles".
Los delegados apuntan a abordar un tema importante del acuerdo de París: las reglas sobre el comercio de carbono que se consideran vitales con el fin de impulsar acciones más rápidas para reducir las emisiones.
Pero la cumbre también se está viendo como una prueba más amplia del compromiso internacional con el tipo de cambios importantes en energía, transporte e industria que los científicos dicen son necesarios para desconectar al mundo de los combustibles fósiles lo suficientemente rápido como para evitar una catástrofe.
Mark Montegriffo, estudiante de periodismo, había viajado desde Londres para unirse a decenas de manifestantes con el movimiento de Rebelión de la Extinción y exigir una acción más audaz por parte de los funcionarios enclaustrados dentro.
"Se necesitaría una transformación radical, pero comienza en las calles, comienza aquí", dijo el joven de 22 años.
El proceso de París enfrenta el momento de la verdad, el próximo año, cuando los gobiernos deban presentar propuestas más ambiciosas para reducir la producción de gases que calientan el planeta.
El mundo sufrirá el tipo de aumentos de temperatura que podrían amenazar la estabilidad de las sociedades industriales y arrasar con franjas del mundo en desarrollo en la segunda mitad del siglo, aseguran científicos.
Si bien un movimiento de activismo climático liderado por jóvenes y de rápido crecimiento está presionando a los líderes, la decisión del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump de comenzar a retirarse del acuerdo, el mes pasado, ha arrojado una sombra sobre esta ronda de negociaciones.
Sin embargo, la presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, quien lidera los procedimientos de juicio político contra Trump en Washington, apareció en las conversaciones, el lunes, con la seguridad de que el Congreso está comprometido con una acción climática ambiciosa.
"Al venir aquí queremos decirles a todos en los que todavía estamos, Estados Unidos todavía está dentro", dijo Pelosi a los periodistas en las conversaciones, flanqueado por representantes del Congreso demócrata.
El primer ministro en funciones de España, Pedro Sánchez, cuyo gobierno intervino para organizar la cumbre después de que estallaron los disturbios en Chile, la sede inicial, instó a los delegados a tomar medidas ambiciosas para preservar el "equilibrio frágil" de la vida en la Tierra.
"Nadie puede salir de este desafío de manera independiente", dijo Sánchez a los delegados. "No hay un muro lo suficientemente alto como para proteger a ningún país de este reto, por poderosos que sean".