En una osada movida, el presidente de Estados Unidos Barack Obama invitó a su principal rival político, el presidente de la Cámara de Representantes John Boehner, a una partida de golf el sábado 18 de junio.
No se espera que hayan acuerdos sustantivos entre los líderes, pero una tarde de golf puede ayudar a mejorar su relación. El presidente Obama y el republicano se han enfrentado en temas que van desde la economía a la reforma de salud y la acción militar en Libia.
Con la esperanza de aliviar las tensiones, Obama invitó a Boehner a unirse a él para una ronda de golf. Ambas partes han minimizado las expectativas de que la partida logre resolver los problemas de fondos entre ellos.
Pero el secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, dice que el presidente y el líder de la Cámara de Representantes pueden llegar a trabajar mejor juntos después de compartir una tarde relajante.
“Pasar un cierto número de horas juntos en ese tipo de ambiente, creo que sólo puede ayudar a mejorar las posibilidades de una cooperación bipartidista”, dijo. “Ciertamente no puede hacer daño. A menos que alguien gane realmente bien, entonces…”.
Don Van Natta escribió un libro sobre los presidentes estadounidenses y sus partidas de golf. Según dice, es probable que Boehner gane el sábado.
“Por lo que he oído, Boehner es de 12 a 15 golpes mejor que el presidente, lo cual significa que el presidente está siendo muy valiente al invitar al líder a jugar, porque sin lugar a duda, Boehner” ganará al presidente, asegura.
Sin embargo, el compañero de juego de Obama será el vicepresidente Joe Biden, de quien se dice que juega al golf igual de bien que Boehner. El compañero de juego del republicano será el gobernador republicano de su estado natal de Ohio, John Kasich.
El presidente Obama usualmente juega al golf con sus amigos y colaboradores en la Casa Blanca. Van Natta dice que es muy raro que un presidente invite a jugar a un adversario político.
“El ejemplo más cercano en la historia es Lyndon Baines Johnson, que jugaba con senadores del partido opositor a quienes quería presionar para que votaran por las leyes de derechos civiles a mediados de los 60”, dice.
Van Natta cuenta que Obama empezó a jugar al golf hace unos 15 años a sugerencia de su esposa, Michelle, quien estaba preocupada porque su marido se hería muy a menudo jugando al baloncesto.
El portavoz Jay Carney dice que Obama juega al golf por los mismos motivos que la mayoría de los presidentes: para relajarse.
“Creo que muchos de los presidentes que han ocupado esta casa (…) buscan formas de literalmente salir al aire libre donde no estás rodeado de gente”, considera. “El proceso en sí mismo es algo de lo que disfruta al igual que el juego, del que sí disfruta, y él es una persona competitiva”.
Varios motivos que explican por qué el golf ha sido un pasatiempo popular entre los líderes estadounidenses en por lo menos 100 años.