Halloween no es una tradición venezolana, pero para muchos se ha convertido en una excusa más para celebrar y vender. Diversos comercios en Venezuela, donde durante el primer semestre del año se registró una caída en el consumo, aprovechan la temporada para tratar de mejorar sus ventas.
En FOTOS | Halloween, una oportunidad para los comercios en Venezuela
Halloween no es una tradición típica en Venezuela, pero desde hace varios años muchos venezolanos la han adoptado como suya: se ha convertido en una excusa más para reunirse con amigos y organizar fiestas y otros eventos.
En urbanizaciones del este de Caracas, en las que suelen moverse personas con alto poder adquisitivo, negocios dedicados a la venta de artículos de decoración de temporada y piñatería, ofrecen artículos variados que, sorpresivamente, a pesar de la crisis generalizada, se venden sin mayor esfuerzo. De acuerdo a estimaciones del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), durante el primer semestre del 2023, la economía se contrajo un 7 % respecto al mismo período de 2022, pero se prevé una leve mejora en el segundo semestre.
La variedad en algunas tiendas es tan amplía que se han vuelto una atracción para los niños que las visitan. Algunos piden tomarse fotografías, otros, con menos gusto por las decoraciones terroríficas, se muestran nerviosos, pero a la vez curiosos.
Vendedores relatan que, en esta temporada, aumentan las ventas y que las piezas decorativas, así como los disfraces son los artículos más solicitados.
Se ha vuelto costumbre que artículos navideños y de Halloween compartan espacios en las tiendas desde mediados de septiembre.
En muchos centros educativos laicos, especialmente preescolares, los niños suelen ir disfrazados el día de Halloween o el viernes previo. En colegios católicos no se organizan actividades alusivas a la fecha, pero muchos padres organizan reuniones por su cuenta.
Fachada de una casa del este de Caracas decorada con diversas piezas alusivas a Halloween. En urbanizaciones cerradas y/o edificios se ha vuelto común que muchos vecinos se organicen para entregar caramelos a los niños.
La tradición de entregar caramelos como ocurre en EEUU es poco frecuente en Venezuela, pero los tobos son uno de los artículos más vendidos. Se consiguen entre 4$ y 20$, dependiendo del modelo y sitio en el que se compre.
En tiendas de Caracas los precios de los disfraces oscilan entre 10$ y 50$, constató VOA. No son económicos para la mayoría de la población. De acuerdo a la firma Ecoanalitica, cálculos recientes indican que el salario promedio del sector privado se sitúa en 170$ mensuales, mientras que la canasta de bienes y servicios en 1000$.