El Departamento de Energía de Estados Unidos anunció el jueves la liberación de 500.000 barriles de crudo de sus reservas estratégicas en respuesta a la emergencia planteada por Harvey y evitar que los precios experimenten subidas imprevistas.
Esta medida de emergencia es la primera de esta naturaleza desde 2012 y según el comunicado del ente federal, los barriles liberados serán enviados a la refinería Phillips 66 situada en Lake Charles, en Louisiana. Esta planta no ha sido afectada por la tormenta y podrá responder a las demandas del mercado.
El documento añade que esta liberación incluye 200.000 barriles de crudo dulce y 300.000 de barriles de petróleo agrio. Se trata de un acuerdo de intercambio, lo que significa que el Gobierno prestará crudo a Phillips 66 y la empresa deberá reemplazar las reservas más adelante.
La tormenta tropical Harvey dió otro gope al corazón de la industria energética estadounidense luego de provocar inundaciones en una de las mayores refinerías del país empezando a causar escasez de combustible y altos precios de la gasolina que podrían agravarse en los próximos días e incluso continuar por algunas semanas.
El experto en temas petroleros, Pedro Burelli, advirtió en entrevista con la Voz de América que los verdaderos efectos de esta situación se verán en los próximos días cuando se empezará a evaluar los daños estructurales que podrían tener las refinerías.
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Uno de los primeros efectos es el impuslo a los precios de los futuros de la gasolina que subieron en un 16 por ciento durante la última semana, así como diferencias que se pueden percibir en las estaciones de servicio, particularmente particularmente en los Estados del sur del país.
Los principales ductos que transportan gasolina y diésel a los mercados del Medio Oeste y de la Costa Este han sido regulados o cerrados debido a la reducción de la oferta.
Mientras tanto, Colonial Pipeline Co, la arteria clave para la Costa Este, dijo que la falta de suministro en Houston continuará desacelerando todo su sistema, que transporta más de tres millones de barriles diarios de combustible.
Texas tiene una capacidad para refinar 5,6 millones de barriles de petróleo al día, y Louisiana, su estado vecino, procesa otros 3,3 millones de barriles. La tormenta Harvey ha disminuido en unos dos 2 millones de barriles al día las operaciones de refinamiento en Texas.
La producción de crudo también se vio afectada pero en un grado menor, debido a que algunos trabajadores han sido evacuados de las plataformas petroleras del Golfo de México. Según el Bureau of Safety and Environmental Enforcement de los Estados Unidos, aproximadamente el 26 por ciento de la producción de gas natural en el Golfo también ha sido cerrada.
El buró dijo en un comunicado de prensa que después de la tormenta, las instalaciones serán inspeccionadas. “Una vez que se hayan completado todos los controles estándar, la producción de instalaciones no dañadas se reanudará inmediatamente. Las instalaciones que sufriesen daños pueden tardar más en volver a activarse”, dijo.
Colaboración con la entrevista de Gioconda Tapia Reynolds