Nuevos estudios demuestran que algunas pruebas de detección podrían no solo descubrir el cáncer a tiempo sino también evitarlo, sin embargo, hispanos no suelen realizarse los exámenes.
Todos los exámenes de detección de cáncer que se usan tienen el objetivo de detectar el cáncer a tiempo, pero varias pruebas de detección pueden también ayudar a encontrar células anormales que no se han convertido todavía en cancerosas y extirparlas antes de que causen problemas.
Según un artículo del Instituto Nacional del Cáncer, las pruebas de detección de cáncer colorrectal, es decir, en el colon y recto, pueden ayudar a detectar formaciones precancerosas que se llaman pólipos. Al extraer estos pólipos se impide que se conviertan en cáncer.
Aunque los hispanos tienen una incidencia más baja de cáncer colorrectal que la mayoría de los grupos raciales o étnicos de los Estados Unidos, cada año se diagnostican unos 11.000 nuevos casos de cáncer colorrectal entre esta comunidad en EE.UU.
La mayor preocupación que muestra este centro médico de investigación es la baja en visitas médicas que los hispanos realizan para conocer su estado de salud. En 2010, solo 47% de los hombres y mujeres hispanos mayores de 50 años se examinaron para detectar cáncer colorrectal en comparación con 62% de los blancos estadounidenses.
La falta de seguro médico es una de las principales razones que según este instituto, detiene a los hispanos de realizarse los exámenes de detección.
Sin embargo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades tienen un programa en 25 estados que proporciona servicios de exámenes de detección de cáncer colorrectal a hombres y mujeres de bajos ingresos de 50 a 64 años de edad.
Según esta organización, si el cáncer colorrectal es detectado a tiempo, la cirugía puede curar cerca del 90% de las personas en etapas iniciales.
Según un artículo del Instituto Nacional del Cáncer, las pruebas de detección de cáncer colorrectal, es decir, en el colon y recto, pueden ayudar a detectar formaciones precancerosas que se llaman pólipos. Al extraer estos pólipos se impide que se conviertan en cáncer.
Aunque los hispanos tienen una incidencia más baja de cáncer colorrectal que la mayoría de los grupos raciales o étnicos de los Estados Unidos, cada año se diagnostican unos 11.000 nuevos casos de cáncer colorrectal entre esta comunidad en EE.UU.
La mayor preocupación que muestra este centro médico de investigación es la baja en visitas médicas que los hispanos realizan para conocer su estado de salud. En 2010, solo 47% de los hombres y mujeres hispanos mayores de 50 años se examinaron para detectar cáncer colorrectal en comparación con 62% de los blancos estadounidenses.
La falta de seguro médico es una de las principales razones que según este instituto, detiene a los hispanos de realizarse los exámenes de detección.
Sin embargo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades tienen un programa en 25 estados que proporciona servicios de exámenes de detección de cáncer colorrectal a hombres y mujeres de bajos ingresos de 50 a 64 años de edad.
Según esta organización, si el cáncer colorrectal es detectado a tiempo, la cirugía puede curar cerca del 90% de las personas en etapas iniciales.