Un análisis de varios estudios sobre hispanos revela que esta comunidad sufre una amenaza desproporcionada de contaminación por mercurio procedente de las plantas energéticas de combustión de carbón y debido a una combinación de factores culturales, económicos y lingüísticos.
El estudio, basado principalmente en la información proporcionada por una encuesta de la firma Bendixen & Amandi, titulada Sierra Club sobre Hispanos y el Medio Ambiente de 2008, revela nuevas evidencias sobre la contaminación con mercurio.
"Los hispanos en Estados Unidos deben estar especialmente preocupados por los peces que pescan, ya que muchas vías acuáticas locales contienen altos niveles de mercurio", dijo Fernand Amandi, gerente de Bendixen & Amandi.
"Pese a que el estudio se realizó hace 36 meses, los resultados siguen siendo relevantes porque estos son hábitos y actitudes que no cambian rápido el tiempo", añadió.
Según algunas secciones no publicadas del sondeo del Sierra Club, un 31% de los hispanos pesca regularmente, y un 76% de ellos consume y comparte lo que pesca con su familia. Estas familias incluyen niños pequeños y mujeres en edad fértil, los dos sectores de población más vulnerables al envenenamiento por mercurio.
Con mucho, la mayor fuente de mercurio son las plantas de carbón, las cuales sólo en 2009 emitieron más de 130.000 libras de esta toxina al medio ambiente. El envenenamiento con mercurio ocurre al ingerir pescado contaminado. La lluvia precipita el mercurio en las vías acuáticas, donde se convierte en su versión más tóxica, metilmercurio. Los peces lo absorben y los seres humanos lo ingieren a través del pescado.
La exposición al mercurio en el útero puede contribuir a defectos de nacimiento, incluyendo desórdenes neurológicos y de desarrollo, discapacidades de aprendizaje, retraso en el comienzo a caminar y hablar, y parálisis cerebral.