Mubarak regresa a juicio

Mubarak, de 83 años, fue traído el lunes en un helicóptero hasta el tribunal en El Cairo desde un hospital donde está bajo arresto.

El derrocado presidente egipcio enfrenta cargos de complicidad en el asesinato de cerca de 800 manifestantes.

El juicio de Hosni Mubarak se reanudó el lunes en medio de conjeturas de que la reciente absolución de policías procesados por el asesinato de manifestantes egipcios pueda ser el preludio para la desestimación de los cargos contra el derrocado líder egipcio.

Mubarak, de 83 años, fue traído el lunes en un helicóptero hasta el tribunal en El Cairo desde un hospital donde está bajo arresto. El ex líder, que llevaba gafas obscuras, fue colocado a continuación en una camilla y cubierto con una frazada verde. Después fue trasladado a una zona enrejada para los acusados dentro del tribunal.

Un tribunal capitalino absolvió el jueves a cinco policías acusados de asesinar a cinco manifestantes durante la revuelta social del 25 de enero al 11 de febrero.

El tribunal falló que tres de los acusados no estaban en el lugar de los asesinatos, mientras que los otros dos dispararon contra los manifestantes en defensa propia.

Dicho fallo disgustó a las familias de las víctimas. Los activistas exigieron que los asesinos sean castigados por la justicia y se quejaron de que casos similares languidecen en tribunales de varias ciudades egipcias.

Junto con Mubarak están siendo juzgados sus dos hijos, Gamal, quien se perfilaba como su heredero en el poder, y Alaa, así como su ex jefe de seguridad y sus seis principales comandantes policiales. Los Mubarak afrontan cargos adicionales de corrupción en el mismo caso.

El juicio comenzó el 3 de agosto, pero desde entonces se ha estancado en asuntos de procedimiento, como una demanda de parte de los abogados de las víctimas para que sea retirado el juez presidente, Ahmed Rifaat. Sólo dicha solicitud significó que un tribunal independiente tomara tres meses para pronunciarse.

La absolución de los policías en el-Sayedah Zeinab y la prolongación relativamente larga del juicio a Mubarak antes de que incluso se avance a la parte central de las acusaciones contra él ha propiciado que muchos activistas consideren el proceso una farsa organizada por los generales que asumieron el poder tras el derrocamiento del gobernante.