Huelga de ‘silencio informativo’

Según la FLIP, en los últimos 10 años se han registrado 34 amenazas contra periodistas en Buenaventura.

Cerca de 40 profesionales de los medios reclaman al gobierno que frene las amenazas y agresiones que sufren los periodistas.

Cerca de 40 periodistas que trabajan en empresas de comunicación en Buenaventura, Colombia, comenzaron un paro para protestar por las amenazas y agresiones que reciben con frecuencia y exigieron a las autoridades más apoyo y protección para ejercer su oficio.

La protesta de "silencio informativo" fue promovida por los comunicadores del puerto de Buenaventura, a unos 350 kilómetros al sur de Bogotá, indicó el periodista Manuel Barrantes, presidente de la Unión de Periodistas de Buenaventura.

"Somos 40 periodistas de diferentes medios y solamente dos medios de información no participaron totalmente... El resto estamos dedicados a esta jornada y la levantaremos en las horas de la noche", agregó Barrantes, quien recordó que las autoridades no les han explicado "la muerte de 12 periodistas en el transcurso de 20 años".

La secretaria de gobierno, Ledys Torres, precisó que cuentan "con todo el apoyo" de la Alcaldía "porque nuestro deber constitucional es proteger a los señores y señoras periodistas".

Según Barrantes, el 17 de abril pasado "se nos presentó un problema... con unos vigilantes de una empresa nueva portuaria. Golpearon a los periodistas y les dañaron las cámaras que porque estaban haciendo una información acerca de los problemas que presentan los choferes de tractomulas".

Advirtió que en la empresa "nos dijeron que pagan los daños de los periodistas y que pedían disculpas de esa situación. Las disculpas sí las dieron, pero los daños de las cámaras no se han resuelto".

En concepto de Andrés Morales, director de la no gubernamental Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP), "Buenaventura siempre ha sido una región históricamente complicada para ejercer el periodismo".

Según la FLIP, en los últimos 10 años se han registrado 34 amenazas contra periodistas en Buenaventura. Otros dos comunicadores de ese puerto fueron secuestrados y dos más optaron por el exilio.