Las autoridades de Florida, Estados Unidos, emitieron alertas para evacuar algunas zonas que se verían afectadas por las fuertes lluvias y las altas mareas causadas por el huracán Helene.
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El huracán Helene llega a la zona norte de la Florida como una poderosa tormenta de categoría 4, por lo que las autoridades emitieron advertencias severas.
La alerta pidió la evacuación de varios hogares ante los vientos catastróficos y la marejada ciclónica potencialmente mortal. El muro de agua de mar empujado hacia la tierra por vientos con fuerza de huracán, podría elevarse hasta 6,1 metros en algunos lugares.
"Este no es un evento al que puedan sobrevivir quienes viven en zonas costeras o bajas", dijo Jared Miller, el sheriff del condado de Wakulla, donde se prevé que Helene toque tierra. "Por favor, respeten las órdenes de evacuación vigentes, ya que se acaba el tiempo para hacerlo".
Se pronosticó que la marejada ciclónica alcanzaría de 4,6 a 6,1 metros en el área de Big Bend en la zona noroeste de Florida, donde se espera que la tormenta toque tierra, explicó Jamie Rhome, subdirector del Centro Nacional de Huracanes.
Más de 40 millones de personas en Florida, Georgia y Alabama estaban bajo advertencias de huracán y tormenta tropical, dijo el centro de huracanes.
Por su parte, John Dailey, alcalde de Tallahassee, capital de Florida y que se encuentra en la trayectoria directa, dijo que el huracán podría ser la tormenta más fuerte que jamás haya golpeado directamente a la ciudad.
"Hay que prepararse para cortes (de energía) prolongados, esos árboles se van a caer con los fuertes vientos y van a bloquear las carreteras", dijo Rhome. Agregó que aproximadamente la mitad de las vidas perdidas en huracanes se produjeron por inundaciones repentinas causadas por las lluvias torrenciales,
El miércoles 25 de septiembre, Helene tocó Cuba con fuertes lluvias en partes de la provincia occidental Pinar del Río, conocida por la producción de Tabaco, dijo el servicio meteorológico provincial.
Los fuertes vientos y la lluvia inundaron carreteras, arrancaron techos de casas y arrancaron plantas de banano, destruyendo cultivos e impulsando a las autoridades a cerrar escuelas y puertos en gran parte de la mitad occidental de Cuba.