El huracán Matthew, la más poderosa tormenta del Caribe en casi una década, se dirige a las Bahamas el miércoles, después de dejar un sendero de muerte y destrucción en Haití y Cuba.
Por lo menos nueve personas resultaron muertas en Haití y en la adyacente República Dominicana.
Matthew era una poderosa tormenta categoría 4 cuando azotó Haití el martes con vientos de 230 kilómetros por hora y lluvias torrenciales. Fue la primera vez en 52 años que un huracán categoría 4 toca tierra en Haití.
El presidente haitiano, Jocelerme Privert, dijo que cinco personas murieron, una está desaparecida y 10 resultaron heridas.
La tormenta llegó al extremo oriental de Cuba el martes por la noche, una región poco poblada donde no se informó de daños de inmediato. Más tarde, el centro de la debilitada pero todavía poderosa tormenta regresó a aguas abiertas. Expertos dijeron que antes del amanecer del miércoles el ojo de Matthew estaba a unos 60 kilómetros al norte-noroeste del extremo oriental de Cuba.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos en Miami dijo que los vientos de Matthew amainaron ligeramente durante la noche, lo que hizo que pasara de categoría 4 a una potente tormenta de categoría 3. Los expertos advirtieron además que este de fluctuaciones en la intensidad estaban previstos y que sigue siendo una tormenta peligrosa y potente.
La preocupación aumentó también en la costa este de Estados Unidos, a donde se espera que llegue la tormenta tras dos días cruzando Bahamas. Residentes en la zona acudieron a supermercados, gasolineras y tiendas de bricolaje para comprar alimentos, agua, paneles de madera, lonas, pilas y propano.
La gobernadora de South Carolina, Nikki Haley, anunció que el miércoles emitirá una orden de evacuación para que un millón de personas puedan abandonar la costa. La Cruz Roja mantiene en alerta a sus voluntarios en la zona.
Por su parte, el gobernador de Florida, Rick Scott, instó a los residentes a prepararse para la posibilidad de un impacto directo y almacenar comida, agua y medicamentos para tres días. La Casa Blanca dijo que llevó suministros de emergencia a zonas en el sureste.