Estados Unidos y el Reino Unido llevaron a cabo ataques militares en Yemen contra los hutíes, una milicia rebelde respaldada por Irán, en una expansión de la guerra en Oriente Medio que la administración Biden había tratado de evitar durante meses.
Los bombardeos contra equipos militares hutíes fueron una respuesta a los numerosos ataques contra buques comerciales en el Mar Rojo desde noviembre, lo que esta milicia presenta como su manera de protestar contra la campaña militar de Israel en Gaza, obligando a cientos de embarcaciones a cambiar ruta.
Estados Unidos había dado un ultimátum a los hutíes, que fue ignorado. Y un masivo ataque el martes fue la gota que derramó el vaso, según la Casa Blanca.
Joe Biden, Presidente de EEUU, dijo: “Nos aseguraremos de responder a los hutíes junto con nuestros aliados si continúan con este comportamiento escandaloso.”
Aliados estadounidenses como Omán expresaron preocupación de que los ataques no logren disuadir a los hutíes y más bien tengan el efecto contrario. De hecho, el grupo prometió vengarse, como dijo Yahya Sarea, su vocero:
"Los enemigos estadounidenses y británicos tienen toda la responsabilidad por su agresión criminal contra nuestro pueblo yemení. No quedará impune ni sin respuesta.”
El Pentágono asegura estar listo a cualquier represalia hutí, y la Casa Blanca asegura que no busca ningún tipo de conflicto con Yemen ni con Irán, el gran patrocinador de los hutíes.
John Kirby, Consejo de Seguridad dijo:
“De hecho, todo lo que el presidente ha estado haciendo ha sido tratar de evitar cualquier escalada del conflicto, incluidos los ataques de anoche”.
Entre tanto, el precio del petróleo a nivel internacional subió bruscamente un 4 por ciento hasta casi 80 dólares el barril, ante la preocupación de que el conflicto de Oriente Medio siga extendiéndose.
La administración Biden dijo que su ofensiva no tuvo como objetivo matar dirigentes hutíes ni asesores iraníes que les acompañan en Yemen. Algo que podría verse como una escalada más intensa de las tensiones. Además, Estados Unidos no piensa enviar tropas a Yemen, pero está listo para defender el comercio internacional en la región.