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Casi un mes después que un huracán pospuso la inauguración de un monumento nacional en honor al líder de los derechos civiles Martin Luther King, el presidente estadounidense Barack Obama presidirá la ceremonia este domingo 16 de octubre.
King fue uno de los principales representantes del movimiento por los derechos civiles de Estados Unidos en tiempos modernos, y éste será el primer monumento importante construido en la Alameda Nacional de Washington D.C. en honor a un afroestadounidense.
Martin Luther King Jr. Saltó a la fama en los años 1950 y 1960 como el joven líder de un movimiento de protesta pacífico por la igualdad racial. “La grandeza de Estados Unidos es su derecho a protestar por derechos”, dijo entonces.
King, un pastor de Atlanta, Georgia, lideró a cientos de miles de afroestadounidenses en su reclamo por poner fin a la segregación racial en el sur de Estados Unidos. El movimiento incitó la violencia, a veces, cuando segregacionistas blancos intentaron reforzar leyes diseñadas para mantener las razas separadas en lugares como restaurantes, hoteles, cines, trenes, autobuses y escuelas.
King comenzó su ascenso a la prominencia en diciembre de 1955, encabezando una campaña para eliminar la segregación en los autobuses públicos de Montgomery, Alabama. “Ese fue el día en que decidimos que nosotros (los afroestadounidenses) no íbamos a subirnos más a autobuses segregados”, explicó King.
Un año más tarde, la Corte Suprema de Estados Unidos decretó que la ley de segregación en los autobuses de Alabama era inconstitucional. Fue la primera gran victoria para King y su movimiento por los derechos civiles.
“El Dr. King fue un gran hombre”, recordó el reverendo Calvin Woods, quien trabajó en estrecha colaboración con King durante una serie de protestas en Birmingham, Alabama. “Era un hombre humilde que podía hablar con cualquiera”, dijo.
El 28 de agosto de 1963, más de 250.000 personas se reunieron en la capital del país en lo que hoy se conoce como la “Marcha sobre Washington”. El famoso discurso de King fue el punto culminante de la histórica protesta por trabajos y libertad.
“Yo tengo un sueño que mis cuatro pequeños hijos un día vivirán en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter”, dijo King.
El sueño de King de un Estados Unidos más igualitario comenzó a tomar forma en 1964. A los 35 años se convirtió en el ganador más joven del Premio Nobel de la Paz. Al mismo tiempo, el movimiento por los derechos civiles logró presionar a los legisladores y al presidente Lyndon Johnson para que se aprobara una histórica ley que prohibió la segregación racial en lugares públicos y las prácticas discriminatorias que impedían a los negros votar.
No mucho tiempo después de estos logros, sin embargo, King fue asesinado en Memphis, Tennessee, en abril de 1968.
Más de cuatro décadas después de su asesinato, la nación le rinde homenaje con un monumento nacional en Washington.
Harry Johnson, presidente de la fundación que trabajó en la construcción del monumento de $120 millones de dólares, dijo que quiere que cuando las personas pasen por allí reflexionen sobre lo que King hubiera hecho y sobre lo que significa hoy para los que no lo conocieron y para el futuro.