Incendios toman fuerza en California y luchan para evitar que llegue a casas

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Los bomberos trabajan durante el fin de semana para proteger el centro turístico de Lake Elsinore y otras comunidades a medida que el fuego se propaga.

Los bomberos trabajaban enérgicamente el fin de semana para evitar que un incendio forestal en el sur de California queme más casas, pero en el norte del estado finalmente ganaban terreno ante las llamas que han ardido durante dos semanas.

Las aeronaves de los bomberos han estado haciendo un vuelo tras otro, arrojando agua y retardante de color rosa brillante para proteger el centro turístico de Lake Elsinore y otras comunidades a medida que el fuego se propaga a través de la densa y seca maleza del Bosque Nacional de Cleveland.

Lake Elsinore, en el condado Riverside, está a unos 113 kilómetros (70 millas) al sureste de Los Ángeles.

El llamado "Holy Fire" (Fuego sagrado), llamado así por el Cañón Holy Jim donde comenzó el lunes, abarcaba casi 85 kilómetros cuadrados (33 millas cuadradas) el sábado por la mañana, pero los bomberos también avanzaban.

La contención del fuego aumentó del 10% al 29%.
Los bomberos dejaron arder algunas laderas, bajo su mirada atenta, como una forma de reducir material combustible y hacer más difícil que las llamas salten por encima de las carreteras hacia las comunidades, en caso de que los vientos repunten.

El incendio empezó el lunes en el cañón Holy Jim, donde quemó una docena de cabañas. Una casa más se perdió el jueves, mientras los bomberos se las ingeniaban para defenderse de las llamas que acechaban cuesta abajo y llegaban hasta los patios de las casas.

No se incendiaron más casas el viernes, pero unas 20.000 personas permanecieron bajo órdenes de evacuación.

Los vientos fuertes continuaban impulsando las llamas el viernes, pero se calmaron durante la noche antes de retomar fuerza el sábado por la mañana.

El hombre acusado de iniciar deliberadamente el fuego apareció en la corte el viernes, pero su comparecencia fue pospuesta.

Forrest Gordon Clark, de 51 años y residente del cañón Holy Jim, fue acusado de incendio provocado y otros delitos, por lo que podría ser condenado a pasar el resto de su vida en prisión.