Quito será este jueves escenario de protestas luego que una marcha indígena y de movimientos sociales llegara a la capital ecuatoriana un día antes. Los miles de manifestantes fueron convocados por líderes de la Conaie, la principal organización indígena del país, hace más de dos semanas para protestar una ley sobre el acceso al agua potable, las concesiones mineras a una empresa china y la distribución de tierras.
La policía ha resguardado edificios gubernamentales, así como la Asamblea Nacional.
Correa ha pedido a sus simpatizantes que permanezcan en vigilia para defender “la democracia” frente al Palacio de Carondelet. Se prevé que varios simpatizantes del partido gobernante marchen para contrarrestar las protestas indígenas.
“Bienvenidos si quieren dialogar, pero jamás dialogaremos con los golpistas (…), con los oportunistas que solo quieren un carguito a través de las próximas elecciones con la derecha”, dijo el mandatario, quien salió al balcón del palacio gubernamental para establecer sus condiciones de diálogo.
Por su parte, Alberto Acosta, ex presidente de la Asamblea Nacional y en principio colaborador del gobierno, forma parte de los marchistas y aclaró que la marcha no es un movimiento desestabilizador.
“Quienes ven aquí golpismo, son miopes o ciegos. No alcanzan a ver lo que es la democracia o un pueblo organizado”, dijo Acosta, ahora opositor al gobierno.
Las marchas coinciden con la conmemoración del Día Mundial del Agua y se produce meses antes las elecciones regionales y presidenciales.