Manifestantes indígenas cuyas protestas contra un contrato minero han paralizado carreteras cruciales de Panamá durante varias semanas anunciaron la suspensión de los bloqueos por 12 horas el lunes en una muestra de buena voluntad hacia la ciudadanía afectada.
Los inconformes exigen que el gobierno panameño anule un contrato que le permite a la minera canadiense First Quantum Minerals continuar con la operación de una mina de cobre a cielo abierto ubicada en una selva de gran biodiversidad.
Los caminos se abrirán de las 6 de la mañana a las 6 de la tarde del lunes, al menos en el norte del país, para permitir que la población tenga acceso a alimentos y combustibles, luego de que los bloqueos provocaron desabasto en muchas regiones de Panamá, señaló Juan de Dios Camaño, secretario general de la Asociación de Educadores Chiricanos.
"La guerra no es pueblo contra pueblo. La guerra es contra los maleantes que tenemos en el gobierno”, declaró en un video publicado en la cuenta de la organización en Instagram.
Los bloqueos se reanudarán totalmente después de la suspensión de 12 horas, agregó.
También lea Panamá: Un país desabastecido tras 17 días de manifestacionesLas manifestaciones estallaron a finales del mes pasado en torno a un contrato que le permite a First Quantum Minerals continuar con la extracción durante 20 años, prorrogables por otros 20.
Las marchas atrajeron la atención de la comunidad internacional después de que las autoridades confirmaron la muerte de dos manifestantes la semana pasada. Reportes locales y videos que circulan en redes sociales parecen mostrar a un hombre que sostiene una pistola mientras intenta pasar por un bloqueo, y a dos manifestantes muertos en el suelo. La policía informó del arresto de un sospechoso relacionado con el incidente, al que no identificó.
Aunque el gobierno de Panamá ha dicho que la mina es una fuente crucial de empleos en la nación centroamericana, los grupos indígenas aseguran que la minería es una amenaza para muchos de los delicados ecosistemas que ellos protegen.
Este tipo de manifestaciones son inusuales en Panamá, pero ocurren en un momento en que la protección del medio ambiente gana relevancia en buena parte de Latinoamérica, donde se encuentran algunos de los ecosistemas de mayor diversidad biológica en el mundo.
El rechazo a los grandes proyectos es particularmente intenso en las comunidades indígenas rurales, las cuales a menudo resultan afectadas de forma desproporcionada por el cambio climático y demás formas de destrucción ambiental.
Las compañías mineras canadienses, que de acuerdo con ciertos estimados conforman el 41% de las grandes mineras en Latinoamérica, suelen ser criticadas en la región por daños al medio ambiente, falta de rendición de cuentas y otros abusos.
Pero quienes están en contra de los bloqueos aseguran que las protestas perjudican más a la ciudadanía que a la compañía minera. Una asociación empresarial panameña calcula que estas medidas de protesta provocan pérdidas diarias por 80 millones de dólares a los negocios locales.
La semana pasada, la policía anunció que planeaba retirar los bloqueos, y que de ser necesario se emplearía la fuerza.
“Vamos a utilizar la fuerza necesaria para que se aperturen las vías y se logre el bienestar de todos los ciudadanos”, dijo el comisionado policial Elmer Caballero.