El primer ministro británico, David Cameron, pidió al parlamento de su país nuevos poderes para combatir el terrorismo, inclusive la revocación de pasaportes a los sospechosos de terrorismo.
Cameron se mostró indignado por la “aborrecible” conducta de algunos ciudadanos británicos que han “declarado su lealtad” a grupos como el Estado Islámico, a los que dijo hay que impedir que regresen a Inglaterra.
Bajo una de las propuesta, los sospechosos podrán mantener sus pasaportes británicos, pero les será prohibido volver a entrar al país durante un período de tiempo. Es posible que también se proponga revocarles la ciudadanía.
Hasta ahora viajar al extranjero para cometer o preparar un acto terrorista o viajar para recibir entrenamiento terrorista es considerado como una ofensa penal.
Gran Bretaña estima que hay por los menos 500 nacionales británicos peleando en las fuerzas del Estado Islámico. Al parecer uno de ellos aparece en el vídeo del degollamiento del periodista estadounidense, James Foley.