Un panel dominado por islamistas cercanos al presidente Mohamed Morsi aprueba reformas a la Constitución que no satisfacen a muchos.
Los egipcios se reunieron en la Plaza Tahrir de El Cairo este viernes por octavo día consecutivo para protestar contra el presidente Mohamed Morsi, mientras un panel dominado por islamistas aprobó un proyecto para una nueva Constitución que ahora debe ser sometida a referéndum.
El panel, boicoteado por varios miembros cristianos y liberales, retuvieron los principios de la ley islámica como principal fuente de legislación. El grupo apresuró la votación de los 234 artículos en una reunión que duró desde el jueves por la tarde hasta las primeras horas de este viernes.
La asamblea apresuró la votación para lograrla antes del domingo, cuando el Poder Judicial de Egipto tiene previsto fallar sobre si disuelve el panel.
Durante días recientes, unos 30 miembros liberales y cristianos se retiraron del panel en protesta por lo que llamaron el secuestro del proceso por los islamistas leales del presidente Mohamed Morsi.
El líder egipcio causó un alboroto político la semana pasada cuando se otorgó a sí mismo poderes absolutos que prohíben que el Poder Judicial desafíe sus decisiones. Morsi dijo a la televisión estatal, el jueves, que el decreto quedará sin efecto inmediatamente que se el pueblo apruebe la Constitución.
El panel, boicoteado por varios miembros cristianos y liberales, retuvieron los principios de la ley islámica como principal fuente de legislación. El grupo apresuró la votación de los 234 artículos en una reunión que duró desde el jueves por la tarde hasta las primeras horas de este viernes.
La asamblea apresuró la votación para lograrla antes del domingo, cuando el Poder Judicial de Egipto tiene previsto fallar sobre si disuelve el panel.
Durante días recientes, unos 30 miembros liberales y cristianos se retiraron del panel en protesta por lo que llamaron el secuestro del proceso por los islamistas leales del presidente Mohamed Morsi.
El líder egipcio causó un alboroto político la semana pasada cuando se otorgó a sí mismo poderes absolutos que prohíben que el Poder Judicial desafíe sus decisiones. Morsi dijo a la televisión estatal, el jueves, que el decreto quedará sin efecto inmediatamente que se el pueblo apruebe la Constitución.