Inválidos en las olas de Maine

Shaun McLaughlin, de 6 años, nació sin su pie derecho y ahora aprende a navegar las olas.

Una organización de California expande sus programas para enseñar a surfear en las costas del este de Estados Unidos.

Aprender a surfear puede ser un reto para cualquiera, pero en especial para alguien como Dana Cummings, quien se convirtió en maestro del deporte después de perder una pierna en un accidente automovilístico.

Además, él comparte su amor por navegar las olas con otras personas discapacitadas.

AmpSurf es una organización con sede en California que Cummings fundó en 2003, la cual ofrece clases de surfeo gratis a cientos de personas gracias a la ayuda de donaciones privadas y de los voluntarios. Este año, AmpSurf llevó su proyecto a la costa Este de Estados Unidos.

Uno de los inscritos al taller en la playa de Maine es Matthew Fish, de 27 años, quien es discapacitado visual. Cummings le enseña poniendo sus manos sobre los hombros de Fish, así lo guía para que incline su pecho sobre la tabla de surfeo e ingrese al agua.

“Fue emocionante”, dice Fish antes de intentarlo de nuevo. Cummings sobrevivió dos periodos del servicio como soldado durante la Guerra del Golfo en 1990, para perder una de sus piernas en un accidente automotriz en 2002. Como ingeniero de sistemas después de dejar el ejército, su actitud hacia la vida cambio después del accidente.

“Yo estaba solo existiendo, no viviendo”, dice Cummings. “Me tomó perder una de mis piernas para darme cuenta lo precioso que es vivir y el iniciar una vida de entrega. La próxima semana, voy a participar en un concurso en Hawái”, continua.

A este taller, en las playas de Maine, asistieron 11 participantes del área. Una familia manejo seis horas desde New Jersey para ser parte. Unas 30 personas trabajaron como voluntarios.

El participante más joven es Shaun McLaughlin, de seis años y oriundo de Massachusetts, quien nació sin el pie derecho y empezó a utilizar una prótesis antes de aprender a caminar. Shaun abordó la table de surfeo en la arena, antes de hacerlo en el agua.

“Casi todas las personas discapacitadas durante toda su vida se concentran en su problema, nosotros queremos ver que pueden lograr”, indica Cummings. “A quien le importa que usted perdió una pierna, que es ciego o lo que sea. Diviértase. Disfrute de la vida. Sáquele ventaja a lo que puede hacer”.

Cummings planea desarrollar más proyectos de AmpSurf en la costa del Este. Con su equipo espera regresar a Maine, Nueva York y New Jersey en el 2012, para entrenar a aquellos voluntarios que quieran convertirse en profesores y “volcar” a todo el que quiera al agua.